El Estado ya es accionista de pleno derecho de CaixaBank, entidad en la que ostenta una participación del 16,117% del capital. Como tal, recibirá próximamente el primer dividendo, por el que ingresará algo menos de 35 millones de euros, con lo que Bankia habrá devuelto ya casi el 15% de las ayudas públicas que le transmitió el Estado.
Como parte de su proceso de reestructuración, el otrora banco nacionalizado y su matriz, BFA, recibieron entre 2010 y 2013 un total de 22.424 millones por parte del Estado. Más concretamente, BFA ingresó en diciembre de 2010 ayudas por 4.465 millones y justo dos años después otros 7.339 millones, a lo que se suman los 10.620 millones que recibió la propia Bankia en mayo de 2013.
En sus años de vida tras la nacionalización, la entidad ha ido devolviendo parte de estas ayudas al Estado a través de dividendos que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha tenido derecho a ingresar por ser accionista del banco con una participación que se situaba en el 61% hace diez días, justo antes de que se produjera la integración legal en CaixaBank.
Dividendos y colocaciones
En su ocho años en el capital de Bankia, el Estado ha percibido seis dividendos, correspondientes a los ejercicios 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019 por un importe total de 1.181 millones de euros.
Con cargo a 2020 estaba previsto que recibiera una remuneración similar a la de los años anteriores, así como un importe muy superior por el primer dividendo extraordinario de la historia de Bankia, que tenía la intención de repartir a sus accionistas su exceso de capital.
Sin embargo, la pandemia, y con ella la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de suspender los dividendos del sistema financiero para reservar capital por lo que pudiera pasar, dio al traste con estos planes.
Además de los dividendos, los contribuyentes han recuperado parte de las ayudas a través de las dos colocaciones de participaciones significativas que ha realizado el FROB. La primera fue la venta de un paquete correspondiente al 7,5% del capital llevada a cabo en febrero de 2014, por la que ingresó unos 1.304 millones. En la segunda, en diciembre de 2017, se deshizo de otro 7% por 818 millones.
Casi el 15%
Así, entre dividendos y colocaciones los contribuyentes han recuperado ya 3.303 millones de los 22.424 millones que trasmitió a Bankia como ayudas públicas. Con el dividendo que percibirá de la nueva CaixaBank en los próximos días, equivalente a unos 34,8 millones, se habrán devuelto unos 3.337,8 millones, es decir, un 14,9% del total.
Es de esperar que el Estado siga recibiendo dividendos de CaixaBank en los próximos años dado que, a través del FROB, se queda, al menos de momento, presente en el capital de la nueva CaixaBank en la proporción que le corresponde tras el canje de acciones. Así, al haber sido propietario del 61% de Bankia en el momento de su integración en el nuevo banco, su participación en CaixaBank se sitúa en el 16,117%.
En el nuevo banco, el Estado tendrá, además, voz y voto en el consejo de administración, algo de lo que no disponía en Bankia porque así se estableció desde un su aterrizaje en el capital. Lo tendrá a través de un consejero dominical, puesto que ha sido asignado a Teresa Santero, exconsejera de SEPI y Navantia, entre otros cargos.