La morosidad sigue sin asomar en los balances de los bancos un trimestre más. El apoyo de las medidas puestas en marcha por el Gobierno y por las propias entidades retrasa la llegada de los impagos que el sistema financiero deberá afrontar y, en el caso de las que ya no tienen efecto, como las moratorias, la morosidad sigue contenida.
Es el caso de Santander. La entidad solamente ha registrado impagos en el 5% de las moratorias ya vencidas de las que ha concedido en todo el grupo desde que empezó la pandemia, si bien en el caso de su filial española la proporción asciende al 10%.
En su mercado de origen, Santander concedió 11.000 millones de euros en moratorias, el 6% de su cartera total, y aún tiene pendientes de expirar en torno a la mitad, unos 6.000 millones. España es, de hecho, el mercado en el que ha vencido un menor porcentaje de las moratorias concedidas por el banco, el 46% del total, frente al 86% de media.
En todo caso, no todas representarán un problema para el banco. Por el momento, han entrado en mora un 10% de las ya vencidas en España, un porcentaje similar a las de Estados Unidos (11%) y Brasil (9%), pero muy por encima de la media de Europa (4%) y, más concretamente, de su filial de crédito al consumo, Santander Consumer Finance (4%). Con todo, la mayoría, el 74%, está calificado como normal, es decir, que no presenta riesgo de impago.
Un dato, en todo caso, en línea con el resto del sector. De acuerdo con los datos hechos públicos el miércoles por el Banco de España y recogidos en su Informe de Estabilidad Financiera, la gran mayoría de los créditos con moratorias ya vencidas están calificados como normales, mientras que algo menos de un 10% lo está como dudoso.
112.000 millones en todo el grupo
A nivel de grupo, desde el inicio de la pandemia el banco ha concedido 112.000 millones de euros en moratorias, que representan el 12% de la cartera de crédito del banco. De ese total, han vencido ya las correspondientes a 96.000 millones y, de ellas, el 5% ha entrado en mora.
En cuanto a las que quedan, 16.000 millones, "están siendo objeto de un estrecho seguimiento", afirma el banco. En todo caso, de ellas, 7.000 millones expiran a lo largo del segundo trimestre. El mayor número de impagos se produce en el segmento de crédito al consumo (11%), mientras que en el de pymes y otras empresas (6%) e hipotecas (3%) es menor.
Morosidad
Lo que más preocupa al sector a la hora de enfrentarse a la morosidad es el segmento empresarial, al que se ha concedido un gran volumen de crédito durante la pandemia, en parte con aval del Estado. Sin embargo, aún es difícil aventurar cuál será el futuro de estas deudas y su impacto en el sistema financiero, especialmente teniendo en cuenta que muchas se reestructurarán.
Precisamente, durante la presentación de resultados celebrada el miércoles, José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, reconocía que existe aún una "pobre" visibilidad sobre cuál será la evolución de la morosidad en los próximos meses.
En todo caso, afirmó que estará "correlacionada con la intensidad de la recuperación". "Cuánto va a subir dependerá de la recuperación y su sostenibilidad en el tiempo, porque habrá un rebote claro cuando desaparezca el confinamiento", añadió.