La banca está protagonizando estos meses un fuerte ajuste de empleo que va a dejar en las listas del paro a más de 17.000 trabajadores cualificados. Para intentar dar salida a esta masa laboral (y porque a ello obliga el Estatuto de los Trabajadores), las entidades están contratando a consultoras de recursos humanos para poner en marcha planes de recolocación con el objetivo de intentar encontrar trabajo a los que serán sus desempleados tras ejecutar sus respectivos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).
Se trata de programas que son voluntarios para los trabajadores, pero obligatorios para las entidades. El Estatuto de los Trabajadores obliga a todas las empresas que ejecuten procedimientos de despido colectivo para más de cincuenta empleados afectados a poner en marcha un plan de recolocación externo con una extensión mínima de seis meses.
Este plan debe incluir medidas de formación y orientación profesional, atención personalizada al trabajador afectado y búsqueda activa de empleo. Eso sí, están exentas de esta obligación las empresas sometidas a concurso.
Los bancos, debido a esta obligación legal, están utilizando los servicios de consultoras como Adecco o Randstad para intentar que el máximo número posible de afectados encuentre trabajo. De hecho, CaixaBank y BBVA, que están negociando sus ajustes con los sindicatos estos días, al igual que hizo Santander en procesos similares pasados, se han comprometido a recolocar al 100% de los trabajadores afectados.
Lo hacen por el bien de sus empleados, pero también por el suyo propio. Cuando las empresas llevan a cabo un despido colectivo de estas características y tienen beneficios, están obligadas a compensar al Estado por el coste extraordinario en prestaciones que le supone la entrada repentina en situación de paro de miles de personas. Así, cuantos más exempleados encuentren trabajo, menor será el coste de esta compensación, como recuerdan fuentes sindicales.
Recapacitación y búsqueda de empleo
A la hora de afrontar estas colocaciones masivas, lo primero que hacen las consultoras de recursos humanos es ayudar a los trabajadores a que "acepten" el despido, una "situación nueva" para muchos de ellos, que acumulan décadas de experiencia en una sola empresa. Así lo explica a Invertia Natalia March, directora de Operaciones de Lee Hecht Harrison (Grupo Adecco), la firma encargada de la recolocación de los dos últimos ERE de Santander.
Durante todo el proceso, cada candidato está acompañado por un consultor de la firma que le atiende de forma individualizada y que se le asigna en función de sus motivaciones y el sector al que pertenece.
Esta clase de procesos son "totalmente beneficiosos" para los trabajadores que se ven obligados a desvincularse de su compañía a través de un ERE, según March, dado que tener un acompañamiento en la búsqueda de empleo implica "mayor garantía de éxito".
No en vano, el tiempo medio que tarda en encontrar trabajo a través de un programa de recolocación un empleado que sale de una empresa por un despido colectivo es de seis meses, mientras que tarda el doble si lo hace por su cuenta, de acuerdo con la experiencia de Lee Hecht Harrison.
March detalla que, tras esta fase cero, lo primero que se trabaja es la marca personal del candidato. "Definimos el objetivo profesional, que puede ser de continuidad (buscar una posición similar), de ruptura (hacer algo completamente diferente a su empleo anterior) o un tercero, que es montar un negocio o algo por cuenta propia", explica March.
Tras descubrir qué futuro quiere buscar el candidato tras el ERE, el siguiente paso es trabajar en las herramientas que van a ayudarle a encontrar un empleo, principalmente su currículum y su perfil de LinkedIn.
"Mercado oculto"
En una segunda fase se desarrollaría la preparación de la persona hacia la búsqueda de empleo. March explica que se trabaja tanto en "mercado abierto", es decir, las ofertas publicadas, como en "mercado oculto", que son las que no salen a la luz y a las que se accede principalmente a través de la red de contactos, pero también mediante posicionamiento frente a head hunters o candidaturas espontáneas ante las empresas.
Después, la firma guía al candidato en un trabajo de comunicación verbal y no verbal como preparación para futuras entrevistas de trabajo y, en el contexto actual, no solo de forma presencial, sino también virtual.
Estas agencias de recolocación, como sigue explicando March, también trabajan la "conexión con el mercado" de trabajo, la búsqueda de ofertas y el contacto con empresas e intermediarios para dar a conocer los perfiles de estos candidatos que han estado afectados por un despido colectivo.
Para afrontar un proceso de estas características, en Lee Hecht Harrison cuentan con un equipo de más de cien consultores.
Cambiar de sector
En un contexto como el actual, en el que muchos bancos están llevando a cabo fuertes ajustes de personal y en el que cada día se cierran más oficinas puede ser muy complicado encontrar trabajo para todos los empleados que salgan a través de estos ajustes dentro del sector financiero, por lo que los afectados tendrán que estar dispuestos a cambiar de sector o de ciudad.
"La mayoría de las personas están abiertas a cambiar de sector o a trabajar en sectores afines. A veces es verdad que si el candidato tiene una especialización importante va a tener más oportunidades en un sector de continuidad, por lo que tenemos que ver si el sector de preferencia está contratando", apunta March.
En este sentido, las firmas encargadas de estas recolocaciones también ofrecen formación a los empleados afectados por un despido colectivo.
"Si vemos que el sector está demandando una serie de conocimientos que se pueden cubrir con formación lo que hacemos es asesorarle", explica la directora de Operaciones de Lee Hecht Harrison, que también proporciona formación especializada y "opciones de reskilling".
Colocar al 100%
Por el momento, no se conoce el detalle del plan que pondrá en marcha CaixaBank, dado que no lo presentará a los sindicatos hasta la próxima reunión de la mesa de negociación, que se producirá la semana que viene. Si bien, el banco ya ha manifestado su intención de que encuentre trabajo el 100% de los afectados.
También lo ha hecho BBVA, que ha diseñado un plan junto a la compañía de recursos humanos Randstad para ayudar a los empleados que se vean afectados por el ERE a buscar un trabajo en otra empresa. El banco se compromete a encontrar una solución para el 100% de los trabajadores que salgan finalmente del banco durante un año, aunque con la posibilidad de ampliar la duración del programa a dos años y medio, por encima de la obligación legal.
Se trata de una iniciativa que, como está contemplada en el Estatuto de los Trabajadores, otros bancos han llevado a cabo durante los últimos años. Es el caso de Santander, que para el ERE que puso en marcha en 2019 contrató a Lee Hecht Harrison con el objetivo de recolocar a los 3.223 empleados que causaron baja y a los 3.572 empleados del acordado el año pasado.
El ERE de 2019 se saldó con recolocaciones cercanas al 100%, según cifras proporcionadas por el banco, mientras que en el acordado al cierre de 2020 aún no se puede conocer el alcance, dado que todavía no han abandonado el banco todos los empleados que están previstos.
En el caso de CaixaBank, en su ERE de 2019, que se saldó con adhesiones voluntarias, llevó a cabo un plan de recolocación menos ambicioso que el actual. Con todo, la ratio de recolocación a través del programa fue del 87% de las personas que querían seguir trabajando y encontraron un nuevo empleo en un plazo medio de cuatro meses.
De ellos, el 64% fue con contrato indefinido desde su incorporación a la empresa y el 36% restante, con un contrato temporal que se convirtió en indefinido más tarde. Por su parte, trece desarrollaron proyectos de autoempleo, según datos proporcionados por el banco.
Las recolocaciones suponen una ventaja para los trabajadores que se ven obligados a dejar la empresa en un despido colectivo, si bien el panorama del empleo en el sector bancario no es muy alentador. La evolución de la relación de los clientes con sus entidades, que cada día es más digital, está cambiando el perfil de los empleados que buscan los bancos, que se dirige cada vez más hacia ingenieros o matemáticos. Un doloroso proceso que, por el momento, se llevará más de 17.000 empleos por delante solamente este año.