Un cajero automático.

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Banca

Cinco comunidades piden al Gobierno utilizar fondos europeos para un proyecto de inclusión financiera con BNP

La cuenta Nickel para personas sin recursos es una herramienta para ingresar ayudas públicas y suplir los cajeros cerrados en la España rural.

14 mayo, 2021 02:10

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En España, hay muchas personas que no tienen acceso a una cuenta bancaria porque sin nómina y con un bajo nivel de ingresos no pueden permitirse el pago de comisiones. Se trata de un problema olvidado por la opinión pública pero que complica enormemente la labor diaria de las ONG que reparten ayudas económicas y del Estado que, junto con las comunidades autónomas, gestiona subvenciones para estos colectivos, como el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

La exclusión financiera se está agravando a marchas forzadas en otro frente más atendido por la prensa con el cierre de sucursales en el mundo rural y la 'España vacía'.

No es un problema que afecte solo a nuestro país. De hecho, en Francia existía una situación similar que impulsó a BNP Paribas a abrir una línea de negocio -muy ligada a su compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)- para dar cobertura financiera a esas personas.

Así nació hace siete años Nickel, un servicio financiero para que personas con bajos recursos puedan abrirse una cuenta corriente y tener una tarjeta MasterCard con la que operar.

Se trata de un proyecto que ha aterrizado en España en esta pandemia y que ha despertado el interés del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y de las comunidades autónomas para poder utilizarlo como mecanismo de inclusión financiera ahora que Next Generation EU va a contemplar el uso de fondos para reducir la desigualdad. 

Tanto es así que varias comunidades autónomas y los representantes en España de esta filial de BNP Paribas trabajan en preparar un proyecto para el Plan de Reuperación, Transformación y Resiliencia con el que extender Nickel por este país. El objetivo es extender su red que, en lugar de estar formada por sucursales bancarias, está compuesta por estancos y puntos de venta de Loterías.

Interés del Senado

Tras despertar gran interés con su proyecto en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el CEO de Nickel España, Javier Ramírez, se ha reunido esta semana en el Senado con cuatro comunidades autónomas (Valencia, Baleares, Murcia y Andalucía) para sumar apoyos para emplear fondos europeos de Next Generation EU (NGEU) para esta iniciativa.

Estos se suman a los contactos que ha mantenido Ramírez con representantes de otras comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha, Castilla y León o Extremadura (con impulso desde Badajoz).

De momento, ya hay cinco gobiernos regionales que han firmado su aval al proyecto para pedir al Ejecutivo central que utilice fondos europeos para impulsar una red como la de Nickel en España. Algo que vendría acompañado de un concurso público para cumplir con las garantías que exige la Comisión Europea.

Cohesión territorial

Además del interés por agilizar los trámites de las ayudas con personas en riesgo de exclusión, a las autonomías de la 'España vacía' les interesa que esta red financiera sirva para suplir los servicios de las sucursales cerradas en muchos pueblos. Y también para ahorrar recursos, dado que hay cajeros operativos en muchos puntos de España que funcionan ahora con apoyo de una subvención pública.

Con estos avales, se da por hecho que el departamento de José Luis Escrivá impulsará este proyecto en el marco de NGEU. El beneficio de la idea es claro, ya que se podría agilizar y cuantificar mejor el reparto de muchas de las ayudas que coordina con los gobiernos regionales. Además, ayudaría a la inclusión de colectivos sin acceso a los servicios bancarios.

Con el modelo de negocio actual diseñado por el banco (al margen de los fondos europeos), abrir una cuenta corriente en su red de estancos y loterías tiene un coste de 20 euros anuales. De esa cuantía, el establecimiento se queda tres euros el primer año.

De hecho, el servicio puede ser también atractivo para personas con nómina e ingresos medios y altos, dentro de la línea de negocio de la entidad al margen de este proyecto social.

Para quienes no tienen cuenta bancaria, contratar Nickel les permite obtener un IBAN en el que ingresar una ayuda o enviar remesas a familiares en el exterior. Pero también, esta filial del banco gestiona recibos con una cobertura limitada en los descubiertos para no generar costes adicionales a las personas de bajos ingresos.

De este modo, aunque el proyecto tiene una dimensión de cohesión territorial y otra de inclusión en la lucha contra la desigualdad, también aporta otro elemento interesante para el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Sin una cuenta de banco no es posible contratar servicios de internet en un hogar. Otro elemento interesante para las autoridades públicas que aspiran a digitalizar España.

Experiencia en Francia

Nickel lleva ya siete años funcionando en Francia y con su aterrizaje en España, BNP ha conseguido situarse como la entidad que más cuentas corrientes está abriendo en los últimos meses.

La clave de rentabilizar este proyecto con bajos (y limitados) ingresos es que aprovecha la estructura tecnológica que tiene esta filial del banco en el país galo. 

Después, ha sustituido a los empleados de las sucursales por sus acuerdos con estanqueros y loteros para servicios muy básicos.

La elección de estos profesionales responde a que son personas a las que se presupone "honorabilidad" por contar con una licencia del Estado (algo fundamental en el mundo bancario) y cuentan con gran capilaridad en todo el territorio nacional.

Para que puedan incorporar en sus establecimientos el servicio, estos pequeños empresarios reciben una formación base en banca, finanzas o en control de identidad, entre otros.

Un modelo muy básico, pero dotado de una tecnología compleja, lo que permite abaratar costes y ofrecer servicios a colectivos a los que la banca tradicional tenía olvidados por el alto coste de prestarlos. 

Si finalmente, como todo apunta, el Gobierno impulsa este proyecto, otras entidades financieras podrán presentarse al concurso público. La ventaja de esta es que es pionera en España, donde ya tiene 500 establecimientos adheridos. Y además, cuenta con una trayectoria probada y dos millones de clientes en Francia.