Finaliza sin avances una nueva reunión entre la dirección de CaixaBank y los sindicatos en el marco de la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que el banco lanzará próximamente y que implicará la salida de 7.791 empleados de la entidad. Ambas partes siguen alejadas y con pretensiones muy diferentes, lo que ha impedido, una vez más hoy, que se acerque la firma de un acuerdo.
En el encuentro celebrado este miércoles, los sindicatos han puesto sobre la mesa su propuesta de condiciones económicas para compensar a los trabajadores que dejen la entidad y piden que las prejubilaciones se realicen con entre el 64% y el 69% del salario y que para el resto de trabajadores las indemnizaciones sean de 45 días por año trabajado con un mínimo de 36 mensualidades.
El banco, sin embargo, les ha trasladado que estas propuestas son inasumibles y que no puede alcanzar todas las pretensiones de los representantes de los trabajadores, según trasladan a este periódico fuentes sindicales.
CaixaBank mejoró las condiciones
En la última reunión, mantenida por ambas partes la pasada semana, la entidad introdujo mejoras en las condiciones económicas. Concretamente, propuso para los mayores de 63 años el pago de 20 días por año trabajado; para los mayores de 57, el 50% del salario regulador hasta los 63 años; para aquellos de entre 55 y 57, un pago de 4,5 veces la mitad de su salario regulador (2,25 anualidades) y, para el resto, el abono de 30 días por año trabajado, hasta un tope de 20 mensualidades.
Los sindicatos, sin embargo, exigen más cesiones y aún ven muy lejos el acuerdo, al que se deberá llegar en las próximas dos semanas. De hecho, han querido que constara en el acta del encuentro que "en BBVA existe un conflicto similar y allí sí que se han producido avances significativos".
La reunión de este miércoles se ha iniciado con una concentración de los delegados sindicales frente a la sede de Barcelona, una acción que se suma a varias realizadas ya por los trabajadores y a las duras críticas que sus representantes vertieron a lo largo de la junta de accionistas de CaixaBank, que se celebró el pasado 14 de mayo.