Ocho semanas de negociación han sido necesarias para firmar un acuerdo, pero finalmente ha sido posible. La dirección y los sindicatos de BBVA han logrado consensuar las condiciones del primer despido colectivo de la entidad, que implicará 2.725 despidos y 210 excedencias forzosas.
Para alcanzar un acuerdo con los sindicatos, BBVA ha tenido que ceder en materia de compensaciones económicas, hasta el punto que asumirá un coste medio por trabajador de unos 245.000 euros, que se traducirá en un coste total del despido colectivo de 720 millones. Abandonarán ahora la entidad 2.935 empleados, si bien 210 tendrán la posibilidad de volver a partir de dentro de tres años con una excedencia.
Se trata de un importe en línea con el estimado por los analistas. En un informe reciente al que ha tenido acceso Invertia, JP Morgan calculaba que el coste total del ERE se situaría en unos 800 millones de euros antes de impuestos (600 millones de euros netos), con un coste de unos 300.000 euros por trabajador.
Las compensaciones pactadas entre ambas partes implican que los empleados de entre 53 y 62 años se podrán prejubilar con el 75% del sueldo hasta los 63, con el convenio especial de la Seguridad Social revalorizado en un 3%, aunque descontada la prestación por desempleo. Los trabajadores de 53 y 54 años recibirán el 65% del sueldo hasta los 63 años con las mismas condiciones que los anteriores.
En cuanto al tramo de 50 a 52 años, el banco pagará una indemnización de seis veces el 65% de su sueldo con un máximo de 320.000 euros, con el convenio especial de la Seguridad Social hasta los 63 años abonado en 15.500 euros al año, más primas por voluntariedad y antigüedad. Los mayores de 63 años recibirán una indemnización de veinte días por año trabajado, con un máximo de doce mensualidades.
Ahorrará 220 millones al año
A cambio de este coste, el banco podrá beneficiarse de un ahorro anual de unos 220 millones de euros antes de impuestos en gastos de personal (unos 75.000 al año por cada empleado que deje el banco ahora).
El ahorro en gastos de personal será el que se lleve el grueso de todo el generado por la reestructuración de la entidad, pues el cierre de las sucursales implicará un ahorro anual de 30 millones de euros. Eso será a partir de 2022, mientras que en 2021 el banco ahorrará en total (gastos de personal y cierre de oficinas) 65 millones de euros.
Y es que esta reestructuración no solamente va a impactar en el empleo del banco, sino también al tamaño de su red. La entidad cerrará 480 oficinas, casi una quinta parte (18,5%) de las que tiene actualmente en España, pues su red comercial está compuesta por 2.593 sucursales. La negociación con los sindicatos ha permitido rebajar esa cifra en 50 sucursales frente a las inicialmente propuestas.
Estos cierres generarán al banco unos costes de reestructuración de 240 millones de euros. De esta forma, todo el proceso de reestructuración costará a la entidad 960 millones de euros, al tiempo que generará ahorros anuales de 250 millones, como ha dado a conocer el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Este impacto se registrará en las cuentas de BBVA correspondientes al segundo trimestre de este año, que se cierra dentro de 22 días, y restará 28 puntos básicos a la ratio de capital CET1 fully loaded de la entidad.
Desde JP Morgan estiman que, tras este ajuste, los costes del banco en España caerán un 6% en el agregado de 2021 y 2022, con lo que podrá mejorar el ratio de eficiencia de su filial española hasta el 47% en 2023, frente al 54,7% de 2020.
Entre 1.000 y 2.000 millones en CaixaBank
El coste medio por trabajador se asemeja a la parte alta de la horquilla que se maneja en CaixaBank y que la entidad ha trasladado a los sindicatos, aunque sin mucho detalle.
El banco les comunicó el lunes que su propuesta tiene un coste de entre 1.000 y 2.000 millones, lo que equivale a entre 131.500 y 263.000 euros por empleado, tomando como referencia las salidas previstas en el momento en el que se trasladó esta información a los sindicatos, es decir, 7.605 (ahora están sobre la mesa 7.400).
En cuanto a la contrapropuesta de los sindicatos de CaixaBank, la entidad estima que le costaría 4.000 millones de euros, a razón de 526.000 euros por empleado, como contó Invertia. Un cálculo, en todo caso, que los sindicatos no creen que sea correcto. Con todo, las negociaciones en la mesa de CaixaBank siguen su curso y no terminarán, en principio, hasta el próximo 29 de junio.
Para ello quedan aún tres semanas en las que ambas partes tienen la oportunidad de consensuar un ERE con condiciones satisfactorias para ambas partes, como ha ocurrido en BBVA. La entidad que preside Carlos Torres pone así fin a ocho semanas de una durísima negociación que le ha costado enfrentarse a una huelga (la primera grande en tres décadas para la banca), pero que ha arrancado el acuerdo de más del 72% de la representación sindical.