BBVA ejecutará el ERE a partir del 18 de julio y da un mes a los empleados para apuntarse
Las salidas se realizarán en fases según evolucione el cierre de oficinas, que comenzará ya este verano y se alargará hasta noviembre.
10 junio, 2021 02:24Noticias relacionadas
Una vez que se ha logrado el acuerdo con los sindicatos, BBVA ya tiene vía libre para ejecutar su primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que implicará la salida de 2.935 trabajadores en los próximos meses, aunque 210 podrán volver en tres años (dentro de cinco como máximo) con una excedencia.
Estas salidas empezarán a ejecutarse este mismo verano y los empleados de la red de sucursales serán los primeros que empiecen a abandonar la entidad. De este colectivo saldrá la gran mayoría de los afectados por el ERE, el 74% (2.177 personas), pues el banco tiene previsto cerrar 480 oficinas.
Según reza el acuerdo suscrito entre el banco y la mayoría sindical (más del 72% de representación de la plantilla), estas salidas se realizarán por varias fases en función de la evolución de los cierres de sucursales y la primera comenzará en torno al 18 de julio.
Más tarde, irán ejecutándose otras hornadas de salidas en los meses de septiembre, octubre y noviembre, sin perjuicio de que algunos trabajadores dejen el banco más adelante por "necesidades organizativas", con un horizonte de cierre del proceso fijado para el 31 de marzo de 2022.
Los empleados de las oficinas podrán adherirse voluntariamente a las salidas que contempla el despido colectivo desde este jueves hasta el próximo 12 de julio.
Sin embargo, si quieren pedir un cambio de puesto al departamento de atención al cliente en remoto (al que irán 523 trabajadores) o en el equipo de refuerzo (34 puestos disponibles) solo tienen de plazo hasta el próximo martes, 15 de junio. La empresa tendrá seis días para responder a la petición.
En cuanto a los trabajadores de los servicios centrales, el centro corporativo y las estructuras intermedias que abandonarán en los próximos meses la entidad, que serán 758, el 26% de los afectados por el ERE, tendrán un plazo de adscripción voluntaria más corto. Podrán apuntarse desde este jueves hasta el 30 de junio y sus salidas se empezarán a ejecutar el 31 de julio.
Control de la aplicación del ERE
Para la adecuada aplicación de este despido colectivo, el acuerdo establece la necesaria creación de una comisión de seguimiento, que deberá disponer de la información sobre las peticiones de adhesión voluntaria al ERE y de los rechazos a estas solicitudes, así como la motivación de estas últimas.
De la misma formarán parte los representantes de las organizaciones sindicales que han suscrito el acuerdo, es decir, CCOO, UGT y ACB, que se reunirán de forma mensual hasta marzo de 2022.
No estarán presentes los sindicatos que no han firmado la paz con la entidad, con los que se han mostrado muy críticos desde UGT. "No es ningún orgullo firmar un ERE y no debiera ser un orgullo no hacerlo cuando de responsabilidad se trata. Firmar un ERE es siempre un hecho traumático, duro y complicado en el que nunca se triunfa, firmes o no. Y no, aquellos que venden la no firma como un éxito se equivocan cuando lo hacen, al igual que aquellos que venden la firma como un logro", apuntan en un comunicado.
Entre los no firmantes se encuentra CGT, que en una nota ha criticado que "en ningún momento en la mesa de negociación se han planteado impedir los despidos con presión sindical, sino edulcorar este despido, subastar sus indemnizaciones y permitir un acuerdo inaceptable".
Iguales condiciones hasta la jubilación
En todo caso, el acuerdo suscrito por la dirección y los sindicatos será de aplicación para todos los trabajadores independientemente de su filiación sindical y en él se fijan las compensaciones económicas para los empleados que abandonen la entidad, ya sea con despido o excedencia, así como los que sean reubicados en otros departamentos del banco, entre las que se encuentran las condiciones especiales que tienen a la hora de contratar productos bancarios.
Concretamente, el acuerdo fija que aquellos trabajadores que abandonen la entidad a través de prejubilaciones podrán mantener las condiciones y tarifas reconocidas a los familiares de empleados hasta que cumplan los 63 años. Por su parte, aquellos trabajadores que dejen el banco pero no a través de prejubilaciones podrán mantenerlas durante cinco años desde la extinción del contrato.