"Los reguladores minusvaloran las actividades de la banca en la sombra y sobrevaloran los riesgos de la banca". José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, ha lamentado esta distorsión y ha reiterado que el sector bancario quiere que "la regulación no sea asimétrica", teniendo en cuenta que "hay riesgos que estén donde estén son inherentes a la actividad financiera", como el riesgo de crédito o de iliquidez.

El directivo ha defendido que "si hay un sector digitalizable en su esencia es el bancario" y que a Santander le gusta "la competencia", pero que esa competencia debe ser justa. "Lo que no nos gusta es la competencia asimétrica", ha apuntado durante el XXVIII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, la Sociedad de Tasación y ABC, reiterando una petición muy común desde el sector bancario en los últimos años.

Lo ha hecho justo después de que el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, apuntara en el mismo foro que existe una "indefinición" del término "banca en la sombra", bajo el que en algunos casos se suele incluir a las bigtech, a las fintech, a vehículos de inversión o al "mercado de valores en su conjunto", algo que "no ayuda a un debate racional".

De hecho, Buenaventura ha añadido que es necesario "reivindicar a una parte rica del sistema financiero", que es el propio mercado de valores, "que es una criatura no bancaria y regulada estrechamente desde hace décadas".

De vuelta a la regulación para la banca tradicional, como ha explicado Álvarez, ahora le toca el turno a la implantación del marco normativo Basilea III, por lo que ha lamentado que aunque hay "espacio" para limitar la regulación, la "tendencia" no va hacia eso.

Recuperación

El banquero ha valorado que la pandemia ha acelerado tendencias que ya estaban en el sector financiero, como la predominancia de los pagos electrónicos y la decadencia del uso del efectivo.

Por otra parte, ha explicado que la economía española vive "una recuperación muy intensa llevada por el consumo", aunque han surgido algunos "invitados que no se esperaban", como la alta inflación o la subida del precio de las materias primas.