La banca vuelve a cobrar a las empresas por sus depósitos y les carga un interés del 0,26%
Los intereses de los particulares siguen siendo positivos, aunque muy bajos.
27 octubre, 2021 05:30Noticias relacionadas
En una era de tipos de interés negativos, los bancos están sufriendo lo suyo para arañar rentabilidad al negocio y cobrar a algunos de sus clientes por los depósitos que mantienen en sus cuentas ha dejado de ser una línea roja imposible de traspasar. Así lo llevan haciendo un tiempo las entidades españolas, aunque prácticamente solo con sus clientes corporativos, a los que imponen ya un interés medio del 0,26%.
El sector llevaba dos meses consecutivos sin cobrar de media a las empresas e, incluso, ofreciéndoles un interés positivo. Había sido así en junio (+0,22%) y julio (+0,03%), según reflejan los datos del Banco de España. En agosto (último dato disponible), sin embargo, se vuelve a cobrar en torno a un 0,26%.
Así, los bancos regresan a la tendencia inaugurada a mediados de 2019 de penalizar de esta forma a los clientes con voluminosos depósitos en sus cuentas, aunque limitado a empresas y a algunos clientes de banca privada. El cobro a minoristas, al menos de momento, no se contempla.
Rentabilidad mínima
No se les cobra, pero se les ofrece una rentabilidad mínima por sus depósitos. Los minoristas llevan recibiendo de media un 0,1% o menos desde 2016. Hay que remontarse a 2013 para ver intereses medios superiores al 1% y años antes para rentabilidades por encima del 2,7%.
Eso sí, los números del Banco de España reflejan que durante este año la banca ha incrementado sustancialmente el rendimiento de los depósitos de entre uno y dos años de plazo de los particulares, a los que el pasado mes de agosto (último disponible) rentaban con un interés del 0,57%. Un dato que, al igual que los anteriores, representa un promedio, pues cada entidad mantiene una política propia.
Salvo como estrategia comercial, a los bancos no les compensa ofrecer rentabilidad alguna por guardar los ahorros de sus clientes, pues con los tipos de interés en negativo y teniendo que afrontar la penalización del Banco Central Europeo (BCE) por el exceso de liquidez (la tasa conocida como facilidad de depósito, que actualmente está situada en el -0,5%), este negocio deja de tener sentido y no lo tendrá hasta que el escenario mejore para la banca.
Así lo han reconocido en varias ocasiones los propios banqueros. "Es una actividad en la que se pierde dinero", señalaba hace algunas semanas Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, sobre la toma de depósitos y recordaba que, en el caso concreto de los particulares, "cobrar por eso está mal visto".
Y tanto. Pagar por los depósitos es algo para lo que un minorista, al que no satisface abonar ni siquiera comisiones al banco por sus servicios, no está preparado. Al menos no en España, porque en otros países, como en Dinamarca, los clientes particulares están más que acostumbrados.
Una situación que echa más leña al fuego de la baja rentabilidad de los bancos que, como subrayaba Gortázar, no logra cubrir el coste de capital. Y, "si no cambia alguna de estas cuestiones, es complicado superarlo", lamentaba el banquero.