Llega el esperando Investor Day de BBVA. La entidad está compartiendo este jueves sus líneas estratégicas para los próximos años, entre los que se encuentran un incremento del dividendo (hasta el 40%-50% del beneficio ordinario) y una mejora tanto de la rentabilidad como de la eficiencia del grupo. Tras comunicar estos objetivos, el banco se deja en bolsa más de un 6%.
Más concretamente, el banco prevé situar su rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) en el 14% en 2024, frente al 11,7% en el que se situaba al cierre del tercer trimestre, al tiempo que planea llevar la eficiencia al 42% dentro de tres años (en comparación con el 44,7% que registraba al cierre de septiembre).
De cara a 2024, el nuevo plan estratégico de BBVA contempla también la intención de aumentar un 10% sus clientes (entre 2018 y 2021 han crecido un 7,5%), hasta los 10 millones, así como que el valor contable tangible por acción más dividendos crezca un 9% (frente al 7% del periodo 2018-2021).
En cuanto al capital, reafirma su objetivo de situar la ratio CET1 fully loaded, la de referencia en el mercado, entre el 11,5% y el 12%, un nivel que supera en la actualidad. Asimismo, tiene un objetivo de canalizar financiación sostenible por hasta 200.000 millones de euros en el periodo comprendido entre 2018 y 2025 (hasta 2021 han sido 75.000 millones).
Según ha explicado el banco, se ha fijado seis prioridades estratégicas: impulsar la captación de clientes; priorizar los segmentos de negocio de mayor valor y potencial de crecimiento (como el negocio de pagos y los segmentos de pymes, banca privada y gestión de activos y seguros); continuar con las inversiones digitales en mercados nuevos y atractivos; mantener e incrementar las inversiones en fintech; seguir avanzando en digitalización y ser líder en eficiencia.
Incremento del dividendo
Además, el banco ha comunicado que ha decidido aumentar la parte de beneficio que distribuye a sus accionistas. El consejo de administración ha aprobado un cambio en su política de distribución de las ganancias y desde ahora repartirá entre un 40% y un 50% (frente al payout anterior, que era del 35%-40%).
Esta nueva política conllevará la distribución de una cantidad a cuenta del ejercicio (que se abonaría previsiblemente en el mes de octubre de cada año) y un dividendo complementario (pagadero una vez termine el ejercicio y se apruebe la aplicación del resultado, previsiblemente en el mes de abril de cada ejercicio). Eso sí, también contempla la posibilidad de que se combinen los repartos en efectivo con las recompras de acciones.
Precisamente, BBVA va a iniciar "en breve" el primer tramo (1.500 millones) de su histórica recompra de acciones, en la que invertirá hasta 3.500 millones de euros, y que no estará sujeto a un precio máximo de la acción.
La fecha de este jueves estaba marcada en rojo en el calendario de BBVA, que no daba a conocer sus líneas estratégicas al mercado desde hace catorce años. Había, por tanto, mucha expectación y más teniendo en cuenta que el banco anunció el pasado lunes su intención de lanzar una oferta pública de adquisición (opa) sobre el 50,15% que no controla de Garanti BBVA, su filial turca.
No descarta a Sabadell
Durante la presentación del nuevo plan estratégico, Carlos Torres, presidente de BBVA, no ha cerrado del todo la puerta a hacerse con Sabadell en un futuro. Preguntado específicamente por ello, el banquero ha señalado que las oportunidades de crecimiento el banco "las va analizando según las va viendo". "Veremos qué nos depara el futuro", ha dicho al respecto.
En todo caso, ha apuntado que la consolidación en el sector en una hipótetica "segunda ronda", tras las fusiones de CaixaBank-Bankia y Unicaja-Liberbank, "quizá sea de menor grado, pero es difícil de valorar". En cuanto a otras geografías, más allá de España, ha señalado que el banco analizará "si las oportunidades tienen sentido".