Banco Santander se ha tomado su tiempo para sustituir a José Antonio Álvarez como consejero delegado. No se querían cometer errores y al final se ha optado por un hombre de la casa. Por el directivo mejor valorado de la entidad en las encuestas internas, concretamente. Y ese hombre es Héctor Grisi, su responsable de la región Norteamérica y, por tanto, de la filial en Estados Unidos, cuyo impulso es la última gran apuesta de Ana Botín.
No había margen de error tras el fiasco de Andrea Orcel allá por 2018. Así que no se ha querido arriesgar. Santander ha confiado en alguien que conoce muy bien la entidad desde dentro, pero al que el banco también conoce y valora positivamente.
Grisi lleva en la casa desde 2015, cuando se convirtió en consejero delegado de la entidad en México recién llegado de Credit Suisse, donde ocupó el mismo cargo durante ocho años. Se había incorporado a la entidad suiza en 1997 y previamente había iniciado su carrera en Banco Mexicano.
[Santander nombra a Héctor Grisi como nuevo consejero delegado en sustitución de José Antonio Álvarez]
Grisi reúne todas las condiciones que para el banco resultan indispensables en un consejero delegado. Experiencia internacional, conocimiento profundo del banco, encaje cultural con la entidad y expertise en la gestión de una división clave para el grupo. Quienes le conocen bien le consideran un verdadero "ejecutor" que ha transformado la cultura del banco en México, filial que ha modernizado y convertido en la más rentable. De hecho, la entidad se posiciona como uno de los mejores lugares para trabajar de la región (si en 2016 la recomendaba el 79% de sus trabajadores, ahora lo hace el 87%).
El mexicano, casado y con tres hijos y educado en México y Canadá, ha sido profeta en su tierra al lograr como consejero delegado de la filial la mayor rentabilidad del grupo y una de las mejores ratios de eficiencia en el primer trimestre de este año (44%). Bajo su mando, la entidad ha mejorado el número de clientes activos un 47%, hasta 9,6 millones, doblando los vinculados.
Durante los últimos tres años ha estado a los mandos de la región de Norteamérica (que engloba Estados Unidos y México), que ha doblado su beneficio en este tiempo. Es el resultado de la última gran apuesta de Ana Botín, cuyo impulso llevó a que Estados Unidos se pusiera por delante de Brasil en beneficios hace unos meses. De hecho, el pasado año la filial estadounidense obtuvo en 2021 una rentabilidad récord, con un beneficio de 2.700 millones de dólares (2.566 millones de euros). Este puesto le ha permitido, además, estar presente en los principales órganos de gobierno del banco.
El mexicano asumirá el cargo el próximo 1 de enero y su nombramiento debe aún recibir las autorizaciones correspondientes. Hasta entonces, Álvarez le ayudará con la transición como consejero delegado. A partir de ahí seguirá sentándose en el consejo de administración, pero ya como vicepresidente no ejecutivo.
La nueva misión del "soldado" Álvarez
El banco cierra con este nombramiento el proceso de selección más largo al que ha tenido que enfrentarse. La idea de mover a Álvarez está viva desde 2018, cuando Andrea Orcel fue el elegido para ponerse a los mandos de Santander junto con Botín. La cosa no salió bien. Acabó en los tribunales y la pelea legal entre la estrella de la banca de inversión y la entidad aún continúa.
En aquel momento Álvarez iba a sustituir a Rodrigo Echenique como presidente de Santander España con la salida de la mano derecha de Emilio Botín de la entidad. El fichaje se frustró y el resto es historia. El "soldado" Álvarez, como la propia Botín le definió, aceptó quedarse por tiempo indefinido hasta que el banco encontrara un sustituto que estuviera a su altura. Ha tardado algo más de tres años en decidirse.
Con esta designación el actual consejero delegado -lo será hasta el próximo 1 de enero- cerrará una etapa que ha durado casi ocho años. El leonés se convirtió en consejero delegado de la entidad en 2015, sustituyendo en el cargo a Javier Marín, que actualmente ocupa ese cargo en Singular Bank.
Ha sido el primer consejero delegado nombrado por Ana Botín, pero es un hombre de la época de su padre. Antes de ponerse al frente del banco, Álvarez fue durante más de diez años director financiero de la entidad, a la que se había incorporado en 2002 (apenas dos años antes de coger ese cargo).
"José Antonio es como yo: un soldado", explicaba Botín hace algunos meses: "Hacemos lo que nos toca. A todos nos ha tocado pasar por situaciones así". Y lo que le toca ahora al "soldado" Álvarez es pasar el testigo a Grisi. Y quedarse cerca de él, en el consejo, aunque sin poderes ejecutivos. Ahora aportará su "enorme conocimiento y experiencia", como explica el banco. Esta es su nueva misión.