La banca lleva años esperando con impaciencia la subida de los tipos de interés en la zona euro, que es ya inminente. Lo hace porque va a tener como consecuencia un aumento en su beneficio, sí, pero también conllevará un empeoramiento de las condiciones de financiación para familias y empresas, lo que afectará al negocio. Es por eso que Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha querido poner en los últimos días freno al optimismo de los bancos con el incremento del precio del dinero que está a punto de llegar.
La situación a corto plazo es positiva para el sector financiero, dado que tendrá como consecuencia un ensanche de los márgenes de interés de las entidades. No en vano, productos como las hipotecas variables se van a ir repreciando al alza, mientras que otros, como las fijas, están experimentando ya subidas de precios.
Sin embargo, a medio plazo no todo van a ser beneficios. El empeoramiento de las condiciones de financiación para las familias y las empresas llevará a que les sea más complicado hacer frente a sus deudas, mientras que el proceso puede conllevar también una menor demanda del crédito por su parte.
Además, el proceso de normalización monetaria que el BCE ha iniciado ya, al igual que otros bancos centrales, podría acelerarse y en los mercados ya suena cada vez más fuerte la posibilidad de que se produzca una recesión a nivel mundial. Algo que sería nefasto para el sector financiero.
Aunque no se materialice este negativo escenario, el crecimiento de las economías española y europea se va a ralentizar, algo que puede tener consecuencias negativas para la banca en forma de mayores impagos y menor demanda de productos de crédito en el futuro. Es por esto que los bancos no deben entregarse a la "ilusión" de las subidas de los tipos de interés, como explicó De Guindos la pasada semana durante el 'XXXIX Seminario de APIE. Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación', organizado por la Apie y BBVA.
Desaceleración
"Cuando se mira el equilibrio general tienes la parte positiva, pero también una desaceleración económica y tus clientes van a tener más dificultades para hacer frente al endeudamiento. Seguramente la morosidad va a subir", expuso el vicepresidente del BCE.
Y es que el aumento de los costes de financiación, sumado a los de la energía y la logística, entre otros, van a dificultar la situación financiera de las familias.
"Por eso es importante que los bancos sean prudentes y continúen con niveles de provisiones adecuados, porque no podemos quedarnos con el espejismo de la subida de tipos a costo plazo", dijo De Guindos, agregando después que hay que dejar la "ilusión" que puede generar a la banca la subida de tipos, pues "puede tener implicaciones no tan positivas".
También desde el Banco de España el mensaje ha sido de "prudencia". Pablo Hernández de Cos, gobernador de la institución, afirmó en el mismo foro que "el contexto de incertidumbre actual hace necesario un comportamiento prudente del sector y un seguimiento minucioso de los riesgos, que pueden evolucionar de forma rápida y obligar a plantear nuevos escenarios de tensión".
Optimismo en la banca
Un mensaje que busca relajar el "espejismo" de la subida de los tipos de interés de los bancos, que se muestran muy optimistas respecto a su futuro, especialmente a corto plazo. César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, señaló incluso que, debido al entorno más favorable, el banco va a actualizar al alza los objetivos de su plan estratégico el próximo año.
"El impacto neto [de la subida de los tipos de interés] va a ser claramente positivo", expuso el banquero. En su opinión, el sector se enfrenta a "vientos de cara", como la ralentización económica o la morosidad, si bien esta no está siendo "preocupante". "Somos razonablemente optimistas con el entorno", concluyó.
En la misma línea, Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) -a la que están asociados bancos como Santander, BBVA o Sabadell-, defendió que el sector está "muy bien preparado" para la situación actual, aunque sea compleja.
"La morosidad está en niveles muy bajos, que no dan ninguna señal de preocupación", defendió la recién nombrada portavoz, en cuya opinión la banca está "tranquila" porque la economía y el empleo están evolucionando bien.
Moderación del crédito
El sector financiero es optimista respecto a su futuro, dado que considera que, más allá del empeoramiento de la situación macroeconómica, el saldo de la subida de los tipos de interés tras años de tenerlos en negativo le va a salir positivo. No obstante, también considera que esta situación puede impactar en la demanda de crédito.
"Habrá que ver cómo evoluciona la capacidad de pago de las empresas y las familias. Tenemos perspectivas buenas en ese sentido porque la deuda de las empresas y las familias es muy inferior a hace una década y está en línea con las de las empresa y las familias en Europa", dijo Carlos Torres, presidente de BBVA, en el mismo foro.
Y, de hecho, apuntó que "la subida de los tipos de interés supone un cierto apoyo tras tanto tiempo de tipos cero", si bien "es razonable pensar que los volúmenes de crédito se van a moderar". Según señaló, no se esperan "sorpresas negativas" en relación con la capacidad de pago de las familias y las empresas, aunque el futuro, en todo caso, "es muy incierto". En cuanto a la morosidad de los créditos ICO, apuntó que está evolucionando "francamente bien".
Al respecto de la demanda de crédito, el gobernador del Banco de España apuntó también que es difícil adivinar cómo va a comportarse, dado que es posible que se modere por la menor disposición de los agentes a adquirir bienes o iniciar proyectos, pero también que se acelere si estos se ven en la necesidad de obtener liquidez. En todo caso, Hernández de Cos subrayó que lo más importante es que "la situación de solvencia del sector bancario sería tal [en el escenario más adverso] que permitiría ofrecer crédito".
Desde ING también se respiraba un optimismo prudente en el mismo foro. La subida de los tipos "tiene implicaciones a corto o largo plazo y hay que ser prudentes", explicó por su parte Ignacio Juliá, consejero delegado de la entidad en España y Portugal.
En este escenario, habrá que esperar para comprobar si los riesgos a la baja se materializan y cómo afectan a la banca. De momento, en los mercados reina el pesimismo sobre el sector pese a las buenas noticias que trae la subida de tipos. Y es que, como decía hace unos días De Guindos, "en la vida es importante mirar más allá".
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