Los trabajadores del sector bancario no se rinden pese a las "largas" que reciben por parte de las patronales. Sus representantes llevan semanas exigiendo una compensación económica para que las plantillas no pierdan poder adquisitivo con la desbocada inflación y están manteniendo reuniones con las patronales para hacerles conocer esta situación. En la última han puesto ya sobre la mesa sus propuestas, que pasan por subidas salariales y de las compensaciones económicas a las que tienen derecho (dietas, kilometraje, teletrabajo...), así como cláusulas de revisión de los sueldos.
Los sindicatos que firmaron el convenio de las antiguas cajas de ahorro se reunieron el martes con la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA). Lo hicieron en el marco del observatorio sectorial que los representantes de la plantilla solicitaron convocar para revisar ciertas cuestiones que consideran que han quedado desactualizadas desde las firmas de los respectivos convenios sectoriales (el de ahorro, el de cooperativas y el de banca), principalmente la revisión salarial anual.
Se trata del segundo encuentro que ambas partes han mantenido desde que se abrió este observatorio, si bien entretanto los sindicatos han tenido oportunidad de reunirse también con la Asociación Española de Banca (AEB) y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC).
Esquema de compensación
En el encuentro del martes, los sindicatos trasladaron a CECA una serie de propuestas para obtener una compensación por la pérdida de poder adquisitivo que, lamentan, están sufriendo los trabajadores por la desbocada inflación.
Más concretamente, CCOO, UGT y Fine -que son los sindicatos que firmaron el convenio de ahorro y, por tanto, los que pueden sentarse a hablar en este observatorio- proponen un esquema para negociar sobre los salarios que incluye la recuperación de la parte variable del plus del convenio para 2021 y 2022, así como una compensación por el sueldo de 2021 mediante una fórmula a negociar que podría ser un pago único.
Además, para el ejercicio 2022 solicitan que se revisen las tablas salariales desde enero, que se incluya una cláusula de revisión a final de año -algo que también piden para 2023-, así como un ajuste de las dietas, el kilometraje -compensación para los traslados- y el teletrabajo. Revisiones que piden que no sean compensables ni absorbibles, es decir, que se mantengan en el tiempo.
Asimismo, solicitan que exista la posibilidad de que los empleados accedan a préstamos a tipo fijo tanto para nuevas operaciones como para novaciones de créditos ya concedidos a tipo variable.
CECA necesita tiempo
Las plantillas de la banca consideran que su poder adquisitivo se ha visto dilapidado considerablemente desde el pasado año por el avance de la inflación. Sin embargo, desde las patronales no tienen la misma percepción.
En la reunión del martes CECA transmitió a los sindicatos que los salarios de los trabajadores de sus asociados "no se han devaluado", al menos no desde 2016, según informan los representantes de los trabajadores.
"Vienen a decir que la situación es estable, que no se ve que se hayan disparado los márgenes y que no ven la necesidad de abordar la renegociación del convenio. Y que hay que esperar a ver que las expectativas del IPC se cumplen", explican fuentes sindicales a EL ESPAÑOL-Invertia sobre la postura de la patronal.
Una posición que tampoco sorprende habida cuenta de que desde el sector ya se han lanzado algunos mensajes en relación con la falta de necesidad de renegociar unos convenios que se extienden hasta 2024. Según los mismos, los sueldos de los empleados de las entidades de CECA suben un 0,75% en 2022 y un 1% en 2023. En el caso de AEB, las subidas pactadas son del 1% para este año y del 1,25% para el siguiente.
La patronal, que ya conocía oficialmente las intenciones de los sindicatos desde la primera reunión, celebrada el pasado 25 de mayo, ha pedido a los sindicatos más tiempo para evaluar las medidas propuestas. Concretamente, dos meses y medio más, pues la próxima reunión no se celebrará hasta el mes de septiembre.
De esta forma, los sindicatos no tendrán una respuesta hasta el último tramo del año sobre una cuestión que empezaron a plantear al menos desde marzo y que consideran urgente.
Y no tienen ganas de seguir esperando. CCOO, UGT y FINE ya han anunciado que "si la patronal no reacciona a tiempo" se reservan el derecho a llevar a cabo "nuevas acciones". Lo dicen desde un sector que ha perdido miedo a la conflictividad laboral tras la puesta en marcha de los ERE masivos del pasado año.