Onur Genç, consejero delegado de BBVA, se ha unido este viernes a las múltiples críticas que desde la banca se están emitiendo estos días en contra del nuevo impuesto que el Gobierno quiere poner en marcha para recaudar 3.000 millones en dos años. Desde el banco estiman que su impacto anual rondará los 250 millones de euros.
Así lo calculan a partir de las cifras del pasado ejercicio y tomando en cuenta el primer diseño de este tributo, dado a conocer el jueves por los grupos parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos y que contempla gravar con un 4,8% los ingresos por intereses y las comisiones netas de las entidades.
El número dos de BBVA ha recordado que existe "incertidumbre" sobre su diseño final "porque habrá que ver cómo queda", dado que antes de conocerlo debe pasar por los trámites parlamentarios.
En todo caso, Genç ha aseverado que este nuevo tributo "no es bueno para España". "Se ha hecho en otros países en el pasado y hay muchísimos datos empíricos, muchos análisis académicos de los efectos y no hace falta reinventar la rueda. Gravar a los bancos lleva siempre a menos inversión y menos crecimiento", ha apuntado el banquero.
En su opinión, la principal consecuencia será una mayor dificultad para acceder al crédito, lo que llevará a una reducción de la inversión precisamente en un momento en el que "España tiene que destacar, crecer" en el proceso de transición ecológica con el contexto de la guerra de Ucrania.
"No es el momento"
"No es el momento adecuado para imponer estos impuestos porque estamos en un momento de mucha incertidumbre, nos enfrentamos a una de las tasas de inflación más elevadas que se recuerdan. Hay que proteger al sector bancario", ha apuntado, añadiendo que la banca no genera externalidades negativas, por lo que no debe ser penalizada.
En su opinión, la banca no va a sacar de la normalización monetaria un beneficio extraordinario. "Lo que ha sido extraordinario ha sido la situación que hemos visto los últimos diez años. Lo que es extraordinario es que haya tipos negativos, no positivos", ha dicho.
Para el banquero, el sector debe aún lograr rentabilidades de dos dígitos, cuando el año pasado la media de la banca fue del 6% y del -1,1% en los últimos años.