Los empleados de banca dan tregua al sector para que suba sus sueldos antes de volver a la carga con movilizaciones

Los trabajadores del sector bancario siguen sin tener claridad sobre si las entidades van a ajustar sus salarios a la evolución de la inflación y amenazan con romper de nuevo la paz social e iniciar movilizaciones para reclamar una compensación. Eso sí, por el momento van a dar una tregua a los bancos hasta dentro de tres semanas, cuando ambas partes celebrarán su próxima reunión en relación con este tema. Si entonces las entidades no ponen medidas sobre la mesa, se iniciará el conflicto.

Sindicatos y patronales han retomado esta semana los contactos que empezaron a mantener en mayo por esta cuestión, pero no hay muchos avances. Lo hacen en el marco del observatorio sectorial que los representantes de la plantilla solicitaron convocar para revisar ciertas cuestiones que consideran que han quedado desactualizadas desde las firmas de los respectivos convenios sectoriales (el de ahorro, el de cooperativas y el de banca), principalmente la revisión salarial anual.

Antes del periodo estival la banca pidió a los sindicatos tiempo para 'echar números' y analizar la evolución de la inflación, su impacto en los sueldos y sus propias cuentas de resultados, pero pasado el verano las entidades siguen sin haber alcanzado una conclusión. O al menos así se lo han transmitido a los representantes de los trabajadores.

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El jueves mantuvieron una reunión los sindicatos con los representantes de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), a la que están asociadas entidades como CaixaBank, Unicaja, Kutxabank o Ibercaja.

En la misma, según fuentes sindicales, desde la patronal les transmitieron que la subida de los tipos de interés aún no ha impactado positivamente en las cuentas de resultados de las entidades y que es necesario ver el efecto del nuevo impuesto a la banca, que acaba de iniciar su tramitación parlamentaria y estará en vigor en 2023 y 2024.

"No han dado respuesta a ninguno de nuestros planteamientos, dicen tener que seguir analizando (es increíble que las entidades financieras necesiten más de tres meses para analizar los datos a los que todos tenemos acceso diariamente)", afirmaron los sindicatos tras la reunión del jueves en un comunicado conjunto de CCOO, SECB-Fine y UGT.

La paciencia de los representantes de los trabajadores se agota y ya amenazan con volver a las movilizaciones que tan habituales fueron el pasado año durante las negociaciones de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) masivos que llevó a cabo la banca. Entonces se realizaron concentraciones, paros y huelgas con mucha asiduidad para lograr mejoras en las condiciones y reducciones en el número de afectados.

Tregua

Sin embargo, van a dar una tregua a los bancos hasta dentro de tres semanas, cuando está programada la próxima reunión. "Tienen hasta ese día", advierte una fuente sindical en conversación con este periódico, añadiendo que los trabajadores se encuentran "a la espera de que [las entidades] propongan soluciones".

El conjunto de sindicatos que se sienta en esta mesa de negociación (son solo los que firmaron el convenio de las antiguas cajas de ahorro) advierte de que habrá movilizaciones a lo largo del mes de octubre "si no hay propuesta acorde a lo que se solicita".

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"Ya anunciamos que si no reaccionaban a tiempo emprenderíamos acciones. Nos han abocado al conflicto. Si no quieren atender a razones en la mesa tendrán que seguir escuchando nuestros argumentos y reivindicaciones fuera de ella", advierten en su comunicado.

Estos representantes de los trabajadores alertan, además, de que "se ha roto el clima de entendimiento" entre ambas partes, por lo que es necesario pasar de las palabras a las acciones.

Más que sueldos

Desde hace meses, como ha venido contando este periódico, los sindicatos tienen el foco en que los bancos les compensen por la exacerbada subida de la inflación -que ya está en el 10,5% en España- y no solo a través de subidas salariales.

Los representantes de los trabajadores también están peleando por que las entidades aumenten las compensaciones por el kilometraje (gasto en gasolina que realizan por motivos laborales), las dietas y el teletrabajo.

Estas negociaciones transcurren de forma paralela en el sector de las antiguas cajas de ahorro (CaixaBank, Unicaja, Kutxabank o Ibercaja, entre otras) y en el de los bancos de la Asociación Española de Banca (AEB), que son Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter e ING, entre otros.

Y son paralelas también a las que UGT y CCOO mantienen con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Como informó este periódico, los sindicatos han abierto la puerta a renunciar, al menos en parte, a las cláusulas de revisión salarial ligadas a los precios. Eso solo si la patronal modifica y eleva sustancialmente su oferta inicial y fija subidas de sueldo por convenio mínimas para 2022, 2023 y 2024.