La banca se apoyará en las provisiones de la pandemia para mitigar el golpe del frenazo económico
Los expertos de Fitch estiman que se producirá un deterioro en la calidad de los activos de las entidades el próximo año.
29 septiembre, 2022 03:00El empeoramiento de la situación macroeconómica que ya se empieza a sentir mantiene en alerta a los bancos, que, pese a verse beneficiados por la subida de los tipos de interés, están abocados a aumentar de nuevo sus provisiones, como exige el Banco Central Europeo (BCE). No obstante, el golpe no será tan fuerte como lo fueron las dotaciones de la pandemia, dado que el sector cuenta con parte de este colchón para mitigar el impacto.
Hace tan solo unos días, Luis de Guindos, vicepresidente del supervisor bancario de la zona euro, anticipaba en una intervención en Madrid que la banca se va a ver obligada a realizar un nuevo esfuerzo en provisiones para hacer frente a los efectos que tendrá el frenazo económico de los próximos meses.
Y es que la subida de los tipos de interés de referencia, que ya alcanzan el 1,25%, va a ser positiva para el sector, porque aumentará sus ingresos tras once años en cero. No obstante, el aumento de la carga financiera para familias y empresas que traerá esta subida, así como la recesión en la zona euro que vendrá después, nublan el futuro cercano de los bancos. Al fin y al cabo, si los préstamos no se pagan y los proyectos se paran, a la banca no le puede ir bien.
"Tienes que mirar a todo lo que tiene que ver con el medio plazo: una desaceleración económica, los clientes de la banca se van a ver afectados por la subida de tipos... Son efectos que tenemos que tener en consideración. La banca tendrá que hacer provisiones", señaló el también exministro de Economía, que añadió que desde el supervisor ya están advirtiendo a los bancos de esta situación para que "adelanten sus planes".
En el sector financiero ya se da por sentado que el crecimiento de la economía española, ya sea positivo o negativo, será muy cercano a cero al menos en el último trimestre de este año y el primero del próximo.
Aumento de provisiones
Es por eso por lo que fuentes financieras reconocen que este esfuerzo de provisiones será necesario, si bien creen que no se situará, ni de lejos, en el nivel del realizado por la banca a la llegada de la pandemia ante la incertidumbre sobre el alcance de la paralización de gran parte de la actividad económica.
En aquel momento el coste del riesgo de las entidades españolas avanzó hasta el 0,84% -casi el doble que el registrado en marzo de este año, el 0,46%-, por lo que se vieron obligadas a realizar fuertes dotaciones, del entorno de 10.000 millones de euros durante 2020. Un volumen que preparaba al sistema para asumir una morosidad del 7%.
Con el paso de los meses, los bancos comprobaron que el escenario que se iba materializando no era tan negativo como el previsto, con la morosidad en mínimos y el esquema de créditos ICO protegido por los plazos de carencia. Estos, pasado el periodo de gracia, también están mostrando bajos niveles de morosidad.
Es por eso por lo que algunos decidieron ir liberando provisiones, si bien la mayoría optó por seguir la recomendación de "prudencia" que llegó desde los supervisores. Probablemente, los primeros ahora tendrán que tomarse más en serio el mensaje del BCE, mientras que los segundos utilizarán como escudo protector el colchón de provisiones dotado durante la pandemia.
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Estos son la mayoría, dado que, hasta el momento, "las liberaciones de provisiones han sido limitadas", exponen en un reciente informe los expertos de la agencia de calificación crediticia Fitch, que consideran que la calidad de los activos de Santander, CaixaBank, BBVA y Sabadell se mantendrá estable en el segundo semestre de este año, dado que las economías en las que operan continuarán en recuperación, aunque de forma lenta.
Eso sí, en 2023 se producirá un deterioro que obligará a los bancos a ampliar su escudo protector ante los impagos, si bien será "marginal", según Fitch, dado que tanto España como el resto de sus principales mercados serán más resistentes que otros al shock energético por su baja dependencia del gas ruso.