La idea de que las hipotecas fijas son una buena opción por su protección frente a los vaivenes del Euríbor ha calado tanto que los clientes siguen prefiriendo pedir esta clase de préstamos frente a los variables, a pesar del fuerte encarecimiento que están sufriendo en los últimos meses a consecuencia de que el índice al que está referenciada la mayoría de las hipotecas variables en España se ha disparado.
El Euríbor ha dado de nuevo esta semana malas noticias a aquellos que tienen firmada una hipoteca variable. Se situó el pasado viernes en el 2,556% en tasa diaria, lo que dispara la tasa mensual de septiembre hasta el 2,233%. Una fuerte subida que se suma al vertiginoso ascenso del índice desde principios de este año, cuando se situaba en el -0,5%.
Ante este panorama, las entidades financieras están adoptando diferentes comportamientos. Principalmente, encarecer las hipotecas fijas por encima, incluso, del 4% para adaptarse a las nuevas previsiones sobre futuras subidas de los tipos de interés. Algunos bancos, como informó EL ESPAÑOL-Invertia, están eliminando directamente este producto de sus catálogos, dejando únicamente las opciones de la hipoteca variable y la mixta.
Sin embargo, como apuntan fuentes del sector, los clientes siguen pidiendo hipotecas fijas o, al menos, llevan esa intención en el momento en el que acuden a su banco a negociar un préstamo para comprarse una vivienda.
"No sé cuánto tiempo tardará el mercado en adecuarse, porque los clientes todavía vienen solo buscando tipos fijos", explica Sergio Carbajal, responsable de Hipotecas de Rastreator, que dispone de un servicio de intermediación hipotecaria.
Opción prioritaria
Según su experiencia, los clientes siguen pidiendo a los bancos hipotecas fijas, a pesar de que sus precios no han hecho más que encarecerse desde el segundo trimestre del año, según se ha ido disparando el Euríbor, lo que ha convertido a las hipotecas variables en mucho más rentables para la banca.
Fuentes financieras confirman esta tendencia, si bien explican que, pese a que muchos clientes intentan firmar una hipoteca fija, en muchos casos acaban contratando una variable o una mixta al ver que les ofrecen intereses más atractivos que las fijas, que ya se venden, incluso, a más del 4,5%.
Y es que ha calado hondo el mensaje enviado durante los últimos años por la banca de que las hipotecas fijas aportan estabilidad en el pago de intereses, frente al sometimiento a las fluctuaciones del Euríbor que implica tener una hipoteca variable. Por eso siguen pidiendo hipotecas fijas.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), pese a tener un decalaje de dos meses, confirman esta tendencia. El pasado mes de julio, el 75,4% de las hipotecas firmadas lo eran a tipo fijo, el máximo de la serie histórica. En los registros del pasado año, tras potenciarse fuertemente por la banca este tipo de préstamo con un Euríbor en mínimos históricos, estaba aún por debajo del 70%.
La opción mixta
En este escenario, la hipoteca mixta se configura como una opción intermedia. Este tipo de préstamo, aún muy minoritario, permite tener un tipo fijo durante los primeros diez o quince años y uno variable durante el resto de la vida del préstamo. El interés que se ofrece para la primera parte suele ser más bajo que el que se comercializa en el caso de las hipotecas fijas.
Esta posibilidad es perfecta para aquellos que vean posible amortizar anticipadamente su hipoteca, dado que se habrán beneficiado de la estabilidad del tipo fijo a un mejor precio que contratando una hipoteca siempre fija y podrán jugar con los vaivenes del Euríbor en el final del préstamo. Y es que, quince años después de contratar la hipoteca, es posible que la evolución del índice beneficie a los clientes, como ha ocurrido en los últimos años.
"La gente se piensa que el Euríbor puede acabar en el 10%, pero esta subida viene por la inflación y la guerra, y en algún momento tendrá que estabilizarse", añade Carbajal. Quizás los que firmen hipotecas mixtas tengan suerte.