El Gobierno quiere que el acuerdo con la banca para dar una solución a los hipotecados en problemas por la repentina subida del Euríbor esté listo "cuanto antes", por lo que ha intensificado los contactos con las patronales bancarias en los últimos días para tratar este tema.
"Las reuniones y contactos son permanentes y van a seguir", explican a este periódico fuentes del departamento que dirige Nadia Calviño, que en los últimos días ha reforzado la idea de lograr "cuanto antes" un acuerdo para poner en marcha esta suerte de plan de rescate a los hipotecados vulnerables.
Sin ir más lejos, este mismo jueves la vicepresidenta afirmaba en Fráncfort que los equipos del Ministerio de Asuntos Económicos se encuentran "trabajando intensamente". El objetivo es tener "cuanto antes" las medidas "más eficaces teniendo en mente el interés de las familias y ciudadanos españoles que se vean afectados de una manera significativa por este cambio en el escenario financiero".
[Economía y la banca estudian ayudar a las familias si sus hipotecas suben un 30%]
Las negociaciones se están manteniendo con las patronales bancarias AEB -a la que están asociadas entidades como Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter o ING-, CECA -CaixaBank, Unicaja, Ibercaja o Kutxabank- y UNACC -Cajamar, entre otros-.
La idea es contar con un "catálogo de medidas" que vayan más allá de las que actualmente están sobre la mesa. Como informó Efe, Economía y la banca están trabajando en ayudar a aquellos clientes cuyas hipotecas se hayan encarecido al menos un 30% tras la revisión al alza por el Euríbor. Eso sí, se deberá cumplir también el requisito de que la cuota supere el 40% de los ingresos familiares, que en ningún caso podrían ser superiores a 24.318 euros anuales (tres veces el IPREM).
El Euríbor, en la media
El diálogo se está acelerando a pesar de que, como explican fuentes del sector financiero, en estos momentos no existe una situación de extrema gravedad por este motivo. Y es que, pese a la celeridad de la subida, el Euríbor se sitúa en el 2,6% en la media mensual provisional de octubre (el último registro diario, el del jueves, es del 2,733%), es decir, en la media histórica de este índice, que se sitúa entre el 2% y el 3%. Lejos aún de los niveles del 5% en los que se situaba en la pasada crisis.
Y, de acuerdo con las mismas fuentes, el porcentaje de hipotecados que tienen realmente problemas para pagar la cuota una vez su préstamo ha pasado por la revisión anual o semestral no es, al menos de momento, muy significativo.
Con todo, desde el sector bancario transmiten su disposición a ayudar a todo aquel que lo necesite, como ya se hace habitualmente y como está firmado en el Código de Buenas Prácticas. En concreto, para la reestructuración de deudas hipotecarias, al que se suscribieron los bancos hace una década y que pretende dar solución a los hipotecados en situación de vulnerabilidad.
En el mismo se contempla que el banco tiene un mes para dar respuesta a una persona que solicite una reestructuración de su deuda hipotecaria y, si se encuentra en riesgo de exclusión, debe ofrecerle condiciones que el cliente pueda afrontar para devolver el préstamo. También prevé la dación en pago, es decir, entregar la vivienda a cambio de cancelar la deuda.
Ahora se está estudiando actualizar este Código de Buenas Prácticas para atender específicamente a la situación actual, en la que algunos hipotecados han visto encarecerse considerablemente su cuota mientras hacen frente a mayores costes por la elevada inflación.
En el sector, de momento, existe tranquilidad respecto a un potencial aumento de los impagos. "No está subiendo la morosidad y estamos muy tranquilos. Nosotros no tenemos ninguna duda de que vamos a ayudar a nuestros clientes a afrontar las situaciones difíciles por las que puedan pasar", apuntaba María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, el jueves durante la presentación de sus resultados.