El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido poner coto a los llamados beneficios caídos del cielo de la banca. Y lo ha hecho con todas las consecuencias, asumiendo el riesgo legal de la decisión, que puede materializarse en forma de litigios iniciados por los bancos contra la autoridad por cambiar las condiciones de un programa ya en marcha.
El pasado jueves, la decisión del BCE más esperada en el sector bancario no era, por una vez, la subida de los tipos de interés, sino qué iba a pasar con las condiciones del programa TLTRO, siglas detrás de las que se esconden las denominadas rondas de financiación a largo plazo con objetivo específico.
A través de estas líneas de liquidez, el supervisor ha estado concediendo a los bancos de la zona euro préstamos a largo plazo en condiciones favorables con el objetivo de que se traduzcan en créditos a empresas y particulares. Es una vía de trasladar liquidez al sistema con la que las entidades obtienen financiación a un tipo de interés más bajo del habitual. La tercera y última ronda de estas TLTRO se lanzó en septiembre de 2019.
Para fijar el interés que cobraba el BCE a la banca por estos préstamos se utilizó como referencia la tasa de depósito (o facilidad de depósito) del BCE, que durante años ha estado en el -0,5%. Este interés se aplicó hasta el 23 de junio y a partir de entonces la tasa a la que se conceden los préstamos se estaba calculando como la media de la facilidad de depósito en sus años de vida.
Como durante años esta tasa ha estado en negativo, a pesar de las recientes subidas de los tipos de interés -entre ellos el de depósito- la banca iba a seguir beneficiándose de un interés favorable en estos préstamos, al tiempo que tenía la posibilidad de mantener depositado el exceso de liquidez en las arcas del BCE con la remuneración que indica la facilidad de depósito, que actualmente está en el 1,5%.
La diferencia que se producía en ese traslado de los fondos estaba generando unos beneficios a la banca a los que el BCE ha querido poner coto. Es por eso por lo que ha decidido cambiar las condiciones de las TLTRO, un programa en marcha desde hace años, con el objetivo de que los bancos reembolsen esa liquidez, que se estima en unos dos billones de euros.
Así, a partir del 23 de noviembre el tipo de interés aplicable a estas operaciones aumentará y se indexará al promedio de los tipos oficiales aplicables, lo que incrementará el coste de mantener estos fondos. Es por eso por lo que el BCE ofrece también a los bancos la posibilidad de devolver el dinero de forma anticipada.
Bien es cierto que estos beneficios son polémicos, pero también lo es que este exceso de liquidez con el que cuenta la banca está frenando el traslado directo de las subidas de los tipos de interés a las familias y las empresas, como indica Reuters.
Así se considera en el sector financiero y, en referencia al traslado a la economía real, el pasado miércoles el propio José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, afirmaba en la presentación de resultados del banco que "hasta ahora no han subido los tipos".
Riesgo legal
Con esta decisión el BCE pone coto a estas polémicas ganancias de la banca, conocidas como beneficios caídos del cielo, pero lo hace a través de un cambio de condiciones de un programa que lleva años en curso. Por eso se expone a una batalla legal contra las entidades, como reconocían a este periódico fuentes financieras antes de conocer la noticia.
Y también lo asume la propia Christine Lagarde, presidenta del BCE. "Teniendo en consideración el riesgo de litigios, creemos que es la mejor decisión de política monetaria que podemos tomar para acelerar la transmisión [de la política monetaria a las familias y las empresas]", apuntó durante la rueda de prensa posterior a la reunión de tipos del jueves.
[El BCE sube los tipos otros 0,75 puntos hasta el 2% y avisa de nuevas subidas]
La banquera central justifica estas palabras en que "la primera motivación" del BCE es la política monetaria. "Como en cualquier decisión que se toma en el seno del Consejo de Gobierno tenemos que valorar los riesgos, los efectos colaterales que tenga la decisión, así que tiene que ser proporcionada, la más eficiente de las medidas potenciales", añadió.
En el sector se da por hecho que las entidades terminarán reembolsando esta liquidez anticipadamente para evitar el cambio de condiciones y fuentes financieras explican que, debido al exceso de liquidez que existe en el sistema, podrían hacerlo casi de golpe sin problema.
Bancos más afectados
Aunque es pronto para anticipar las consecuencias que tendrá para la banca, lo cierto es que un informe de Kepler Cheuvreux publicado tras la decisión considera que CaixaBank, BNP Paribas e Intesa San Paolo son los bancos que mayor impacto en ingresos habrían tenido a lo largo de 2023 si las condiciones de las TLTRO no se hubieran modificado el jueves.
"El coste de oportunidad representa un escaso 4% de las ganancias netas a nivel sectorial en 2023: Deutsche Bank, Banca Popolare y Crédit Agricole serían los más afectados, pero de forma puntual y solo en el primer semestre de 2023. Con la subida de los tipos de interés, es probable que este coste de oportunidad se compense en gran medida", añaden los analistas de Kepler.
Por su parte, Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO, apunta que los reembolsos de los fondos por parte de la banca "deberían tener poca repercusión en los mercados, ya que estos fondos han estado ociosos en los distintos bancos centrales nacionales y nunca han circulado en los mercados monetarios".
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