La última presentación de resultados de la banca ha estado marcada por una subida de los beneficios, pero también por las críticas del Gobierno, que considera estas ganancias "extraordinarias" y legitimadoras del nuevo impuesto. Y es que la gran banca ha aumentado un 35% su beneficio neto recurrente en España, es decir, aquel que obtuvo por su actividad bancaria y excluyendo los extraordinarios. Contando con ellos, la caída es del 24%. Con todo, ha destinado en torno a un 27% de sus ganancias al pago de impuestos sobre el beneficio.
Las seis entidades más grandes del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Unicaja y Bankinter) ganaron en conjunto, sin extraordinarios, unos 5.863,12 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
Esta cifra implica un 35% más que en las mismas fechas del año anterior. Eso sin tener en cuenta los extraordinarios de la fusión de CaixaBank y Bankia, que dispararon el beneficio de la primera el pasado año, ni las plusvalías que generó a Bankinter la salida a bolsa de Línea Directa en abril del ejercicio anterior, ni el impacto positivo sobre BBVA de la venta de 600 oficinas a Merlin. Teniéndolos en cuenta, las ganancias habrían caído un 24% respecto a las de los nueve primeros meses de 2021.
En cuanto al beneficio antes de impuestos, se situó en 8.408,5 millones entre enero y septiembre para el conjunto de los mayores bancos del país, es decir, un 42,9% por encima del registrado en el mismo periodo de 2021.
Sobre este importe, las entidades ingresaron a las arcas del Estado unos 2.396,4 millones de euros en concepto de impuestos sobre el beneficio (un 49% más que el año pasado), lo que implica una tasa del 27,2%. Un porcentaje similar al registrado en los resultados del primer semestre de este año, que fue del 28%.
Por entidades, CaixaBank, cuya actividad se centra en España (su beneficio en Portugal solo representa el 8% del total), registró el mayor beneficio, unos 2.141 millones entre enero y septiembre, lo que implica un 31,9% más que el año pasado sin tener en cuenta los extraordinarios de la fusión o un 51,4% menos (la mitad) con ellos.
BBVA ganó 1.312 millones de euros (+10,2%) sin contar el impacto positivo de la venta de sus oficinas a Merlin; con él, la ganancia fue de 1.514 millones (+27,1%). Por su parte, Santander registró 1.104 millones (+99%); Sabadell, 616 millones (+114,3%); Unicaja, 260 millones (+67%), y Bankinter, 430,12 millones. En este último caso la diferencia es una mejora del 21% sin tener en cuenta la plusvalía por la venta de Línea Directa o una caída del 66% con ella.
Críticas del Gobierno
Estas cuentas, junto con las de otras grandes compañías, como las eléctricas, se han ido presentando en los últimos diez días, en los que algunos miembros del Gobierno las han aprovechado para justificar la política impositiva en la que están trabajando, con los nuevos tributos a la banca y a las eléctricas como algunas medidas estrella.
A las críticas de la vicepresidenta Yolanda Díaz de la semana pasada, en las que acusaba a la banca de "enriquecerse" con la subida del Euríbor, se suman las de hace unos días de María Jesús Montero.
La ministra de Hacienda y Función Pública afirmó que los beneficios obtenidos por las grandes entidades financieras y energéticas "legitiman la política que está siguiendo el Gobierno", en clara referencia a la creación de los nuevos impuestos a estos dos sectores.
"En un momento de tanta dificultad para millones de ciudadanos, es necesario y bueno que aquellos que más se estén beneficiando de esta crisis puedan tener mayor aportación para el bien de todos y reforzar los servicios públicos o financiar las medidas, como la bajada de la factura de la luz", afirmó la titular de Hacienda el pasado miércoles en el Congreso.
Por su parte, el ministro Alberto Garzón, su homólogo en Consumo, apuntó que es "evidente" que "cuando las grandes empresas tienen grandes beneficios" y existen momentos de dificultad, "hace falta que hagan un esfuerzo adicional".
Unas críticas que no han sentado nada bien en el sector bancario, que defiende que sus ganancias son fruto del trabajo de sus plantillas. "No parece que ahora, pese a que los resultados en términos relativos sean mejores, eso justifique una presión impositiva mayor de un sector que todavía no cumple las expectativas de rentabilidad", señalaba el pasado jueves César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell.
El coste del capital
La tesis del banquero, similar a la de otros gestores de la banca, es que, a pesar de que las entidades mejoran su beneficio, aún no están alcanzando la rentabilidad que el mercado espera de ellas. Es decir, el coste del capital, que es el retorno que los inversores buscan al entrar en el capital de los bancos.
En el caso de Sabadell, lo sitúan en torno al 10%, mientras que su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) es del 6,46% y su rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE), del 7,96%.
En el de Santander, sus gestores estiman que se sitúa en el 18%, frente a un ROE del 10,86% y un ROTE del 13,57%. En BBVA consideran que es del 14%, así que en su caso sí lo superarían, dado que tanto su ROE como su ROTE están por encima del 15%.
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