El Gobierno quiere acelerar las negociaciones que mantiene con las patronales bancarias para encontrar una solución para los hipotecados que puedan verse en problemas económicos tras la repentina subida del Euríbor de este año. Tanto que su intención es tener el real decreto-ley que contendrá estas ayudas aprobado en Consejo de Ministros antes de que termine noviembre, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.
Ambas partes llevan semanas manteniendo una negociación sobre la que partían de puntos muy diferentes. Los bancos han abogado desde el principio por que las soluciones para los clientes que tengan firmada una hipoteca variable se decidan "caso a caso", en el marco de una negociación individual.
El Gobierno, sin embargo, busca lograr una solución generalizada que abarque no solamente a las personas más vulnerables, sino también a "las clases medias", como ha reiterado en los últimos días la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Unas discrepancias que pueden estar atrasando el acuerdo. El Gobierno, como ya contó EL ESPAÑOL-Invertia, quería acelerar las conversaciones para lograr un acuerdo "cuanto antes" y, de hecho, tiene la intención de llevar una propuesta de real decreto-ley a la mesa del Consejo de Ministros antes de que termine noviembre. Tiene, por tanto, cuatro oportunidades para ello.
Y es que este mes es, precisamente, cuando va a empezar a sentirse con más fuerza el efecto de la subida del Euríbor. Esto es así porque las cuotas de las hipotecas variables se revisan con un decalaje de unos dos meses, por lo que hasta ahora la mayor subida que se ha aplicado es la de julio, cuando el índice se situó en el 0,992%, unos 150 puntos básicos de alza. En noviembre se revisarán con la referencia de septiembre, lo que supone casi 300 puntos básicos, el doble.
Sin novedades
Por el momento, la propuesta que está sobre la mesa pasa por ampliar hasta en cinco años el vencimiento de las hipotecas variables que se hayan encarecido al menos un 30% por la vertiginosa subida del Euríbor desde principios de año (superior a 300 puntos básicos). Eso sí, tras la repreciación la cuota hipotecaria debe superar el 40% de los ingresos de la familia, que en todo caso deberán ser inferiores a los 24.318 euros anuales.
Los contactos entre el Gobierno y las patronales bancarias AEB (a la que están asociadas Santander, BBVA, Bankinter y Sabadell, entre otros), CECA (CaixaBank, Unicaja, Kuxtabank...) y UNACC (Cajamar y el resto de cooperativas bancarias) siguen sucediéndose, si bien varias fuentes financieras explican a este periódico que no hay novedades en la negociación desde la última propuesta.
En los últimos días, los banqueros, en el marco de las presentaciones de resultados de sus respectivas entidades, se han pronunciado al respecto de esta cuestión, situándose "en el mismo barco" que el Gobierno y abogando por la negociación individual frente a las soluciones generalizadas.
Todos han coincidido en que el interés de las entidades es que todos sus clientes puedan hacer frente al pago de la hipoteca, para lo cual ofrecen diariamente soluciones, como ampliar los vencimientos, bajar las cuotas, facilitar el cambio a hipoteca fija o aplicar moratorias. No obstante, están abiertos a alcanzar un acuerdo con el Gobierno para aquellos clientes que se vean en una situación de vulnerabilidad por la fuerte subida de las cuotas, especialmente si supone una ampliación del actual Código de Buenas Prácticas de deudores hipotecarios.
"Caso a caso"
"De la cartera generada más sensible la mayoría está a tipo fijo. Hay que analizar caso por caso", apuntó José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, durante la última rueda de prensa de resultados, en la que fue tajante: "Mi mayor interés es que los clientes puedan pagar [la hipoteca]".
Por su parte, César González-Bueno, su homólogo en Sabadell, apuntó en su presentación que "hay una cosa que es de sentido común que a veces se olvida y es que parece que a los bancos les interesaría empujar algunas situaciones en las que los clientes no pudieran pagar y es todo lo contrario".
"Primero porque son nuestros clientes y segundo porque tiene mucho más sentido ayudarles a que paguen, pues así lo haremos siempre", añadió el ejecutivo de Sabadell.
"Somos conscientes de que a algunos de nuestros clientes les va a subir [la cuota hipotecaria] y puede que necesiten un apoyo. Todos los bancos hemos puesto sobre la mesa nuestra voluntad de apoyar y colaborar", señaló, por su parte, Onur Genç, consejero delegado de BBVA.
Estas declaraciones enmiendan a la vicepresidenta Yolanda Díaz, que hace unos días abogaba por la congelación de todas las hipotecas. La también ministra se mostró a favor de la propuesta de CaixaBank de topar las hipotecas durante un tiempo, si bien ella se refirió al "conjunto de la población española", mientras que la propuesta del banco se dirige solamente a la población vulnerable.
"Habrá clientes de rentas medias que tengan dificultades y otros de rentas bajas que no tengan dificultades. Vamos a tratar de solucionar los problemas, ese es nuestro espíritu", respondía a sus palabras Álvarez, de Santander.
Subida de cuotas
Hay que recordar que en España el 75% de las hipotecas vivas están firmadas a tipo variable, si bien la mayoría corresponde a préstamos suscritos hace años, es decir, que ya han amortizado gran parte del capital.
En los últimos años, además, la mayoría de las hipotecas que se han firmado lo han sido a tipo fijo, dado que los bancos han estado potenciando esta modalidad frente a la variable por la caída del Euríbor.
[Álvarez (Santander): "Mi mayor interés es que mis clientes puedan pagar su hipoteca"]
En todo caso, la repreciación para una hipoteca de unos 150.000 euros a 25 años a Euríbor +0,99% sería de 233 euros al mes (2.800 euros al año), mientras que para una de 100.000 euros en las mismas condiciones sería de 155 euros al mes (1.860 euros al año). En todo caso, la subida dependerá de las condiciones de cada hipoteca a nivel individual.
Una de las claves de la cuestión la aportaba Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante su presentación de resultados: "Si un cliente tiene unos ingresos que le permiten llegar a una determinada cuota hipotecaria y no más debe solicitar una hipoteca a tipo fijo, porque no tiene margen si los tipos suben. Las personas con más margen pueden decir Voy a jugármela a que los tipos siguen bajos, porque si suben me irá mal, pero podré seguir pagando".
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