A falta de los últimos flecos, Gobierno y bancos han cerrado un catálogo de medidas para ayudar a las familias que se ven afectadas por la subida del euríbor. El objetivo es que un millón de hogares se puedan beneficiar de las nuevas ayudas. Para ello se refuerza el actual código de buenas prácticas, y se extienden las ayudas a la 'clase media'. Se pretende así evitar que haya familias en riesgo de entrar en situación de vulnerabilidad que no puedan pagar sus hipotecas.
En concreto, podrán acceder a esta nueva ayuda todos aquellos hipotecados cuyos ingresos no superen 3,5 veces el IPREM. Es decir, 29.400 euros anuales. Eso sí, la hipoteca tendrá que estar firmada antes del 31 de diciembre de 2022. No sólo eso. La carga hipotecaria debe ser superior al 30% de sus ingresos y haber subido, al menos, el 20%.
Para todos estos casos, las entidades financieras deberán ofrecer la posibilidad de congelación durante 12 meses de la cuota, un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamo de hasta 7 años, sin que pueda superar los 40 años de duración.
Junto a la moratoria hipotecaria las dos partes han acordado también extender el Código de buenas Prácticas de deudores hipotecarios más vulnerables que ya estaba en vigor y que fue respaldado por las entidades financieras y el Ministerio de Economía en 2012.
De esta forma, los deudores vulnerables tendrán la posibilidad de reestructurar el préstamo hipotecario con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de 5 años (Euríbor menos 0,1% frente al Euríbor más 0,25% actual).
Ampliación de ayudas
Asimismo, se amplía a 2 años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda y se contempla la posibilidad de una segunda reestructuración, en caso necesario.
Se amplían las ayudas de este código a todas las familias que ganen 25.200 euros anuales y que dediquen el 50% de sus ingresos a pagar la hipoteca. En este caso podrán acogerse a una carencia de dos años, un tipo menor durante la carencia y un alargamiento del plazo de hasta siete años.
Dice el Ministerio de Economía que la medida es necesaria para aquellas familias que, como consecuencia de la subida de tipos de interés, lleguen a niveles de esfuerzo hipotecario excesivos que les obliguen a reducir gastos de primera necesidad y pongan en peligro el pago de la hipoteca.
La aplicación de estas medidas permitirá que los deudores hipotecarios vulnerables vean aliviada su carga financiera de forma inmediata. Por ejemplo, una familia con una hipoteca tipo de 120.000 euros y una cuota mensual de 524 euros tras la revisión de tipos de interés, verá reducida su cuota durante el periodo de carencia de cinco años más de un 50%, hasta los 246 euros.
Además, la idea del Gobierno es que se reduzcan aún más los gastos y comisiones para facilitar el cambio de variable a tipo fijo. Se eliminarán durante 2023 las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca de tipo variable a fijo.
Educación financiera
También se incluirán medidas para la promoción de la educación financiera y se reforzará el seguimiento de la aplicación de ambos códigos.
Los dos Códigos de Buenas Prácticas serán de adhesión voluntaria por parte de las entidades financieras y de obligado cumplimiento una vez suscritos. Las entidades bancarias deberán garantizar la protección de este catálogo de medidas en caso de transmisión del crédito a un tercero.
El objetivo es que el conjunto de medidas adoptado esté disponible a partir del 1 de enero de 2023.
Tras aprobarse en Consejo de Ministros, se confía que en las próximas horas pueda haber un acuerdo definitivo con las entidades financieras. En concreto, con las patronales AEB y CECA. De momento, y según ha dicho Nadia Calviño en la rueda de prensa de dicho Consejo, "Caixabank lo va a suscribir, pero está sujeto a que lo acuerden los organos de decision de la propia entidad. Espero que todas suscriban este Código de Buenas Practicas".