Ya se conoce prácticamente todo el detalle del plan de rescate hipotecario que el Gobierno ha puesto en marcha para, con la necesaria colaboración de la banca, aliviar la carga financiera de aquellos que han firmado en los últimos años una hipoteca variable. En el paquete se incluye la posibilidad de cambiar alguna condición del préstamo (novación), un proceso en el que se prohíbe a las entidades colocar productos vinculados, como los seguros.

El Consejo de Ministros dio luz verde el martes al nuevo paquete de medidas dirigidas a familias con hipotecas variables que hayan visto encarecerse ampliamente sus cuotas mensuales por la vertiginosa subida que ha experimentado el Euríbor en los últimos meses.

En el mismo se incluyen medidas que los bancos tendrán que poner en marcha, como ampliaciones del plazo de vencimiento, carencias y reestructuraciones, entre otras, de las que se podrán beneficiar tanto colectivos vulnerables como familias de clase media que pueden entrar en problemas financieros por el aumento de la carga financiera en el marco de las subidas de los tipos de interés.

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De esta forma, se contempla la realización de novaciones, es decir, de cambios en las condiciones de la hipoteca para mitigar el impacto de la subida del Euríbor. A la hora de llevarlas a cabo, según se recoge en la norma, los bancos deberán informar a los clientes de las consecuencias jurídicas y económicas de las distintas alternativas de novación que les ofrecen, así como de las condiciones de la prórroga del seguro de protección de pagos si lo hubiera.

En ningún caso este cambio de condiciones conllevará el cobro de gastos o comisiones, excepto la prima del contrato de seguro, ni podrá comercializarse junto a un producto vinculado o combinado, como los seguros, según se detalla en la norma aprobada el martes en Consejo de Ministros.

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Esta prohibición ya existe a la hora de vender una hipoteca -el cliente tiene derecho a elegir si quiere contratar el seguro de hogar, por ejemplo, con el banco que le concede el préstamo o con otra aseguradora-, si bien en el real decreto-ley que pone en marcha este rescate hipotecario se incide en que tampoco será posible a la hora de realizar una novación.

Tampoco podrán los bancos exigir al cliente nuevas garantías para el préstamo hipotecario, ya sean personales o reales, que no estuvieran contempladas en el contrato original.

Los bancos se lo piensan

Si bien este paquete de medidas ha sido negociado entre el Ministerio de Asuntos Económicos y las patronales bancarias, las entidades no han decidido aún a nivel individual si van a suscribir el acuerdo, que es de adhesión voluntaria. Eso sí, una vez se haya suscrito es de obligado cumplimiento.

Por el momento ninguno ha manifestado claramente su adhesión y tanto la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) como la Asociación Española de Banca (AEB) han dejado en manos de las entidades la decisión individual de suscribir o no el acuerdo que ellas mismas han negociado con Economía.

Dicen que cada banco debe analizar a nivel individual las implicaciones del texto y recabar el apoyo de sus órganos de gestión. En la misma línea, el presidente de Ibercaja, Francisco Serrano, apuntó el miércoles que su intención es adherirse al acuerdo, pero que antes deben estudiarlo en profundidad.

Por su parte, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, dio por hecho el martes que CaixaBank -entidad de la que el Estado es accionista con un 16%- suscribirá el acuerdo, si bien José Ignacio Goirigolzarri, su presidente, explicó el miércoles en su intervención en un foro en Pamplona que será el consejo de administración el que lo decida.

"Es bueno llegar a acuerdos, institucionalizar las ayudas y asegurar la competitividad del mercado hipotecario, que en España funciona muy bien", valoró el banquero.