El nuevo impuesto a la banca se va a llevar cada año en torno al 15% del beneficio de Bankinter, lo que supone entre 80 y 100 millones por cada ejercicio, según ha explicado este jueves Jacobo Díaz, director financiero de la entidad, durante la presentación de resultados de 2022.
María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, se ha mostrado de nuevo bastante crítica con este nuevo tributo, que gravará un 4,8% de los ingresos por intereses y comisiones de las entidades grandes y medianas del país.
La banquera considera que este nuevo gravamen "va a suponer un freno seguro" a los resultados dado que "es una cantidad muy relevante", si bien el banco va a ser capaz de lograr un buen año, en todo caso.
[Bankinter gana 560 millones en 2022, un 28% más, y alcanza ya su objetivo de beneficio para 2023]
Cabe destacar que la entidad ha presentado este jueves sus resultados del ejercicio 2022. El pasado año ganó 560 millones de euros, un 28% más que en el ejercicio precedente, lo que le ha permitido alcanzar con un año de antelación el objetivo de beneficio.
"Pero no es el tema en cuestión. Aquí estamos hablando de que es un impuesto injusto, arbitrario, confiscatorio. Es un hecho objetivo que la banca paga ya muchos más impuestos que otros sectores. No hay ninguna razón objetiva que justifique esta imposición", ha apuntado.
Dancausa está "totalmente de acuerdo en que hay que proteger a la sociedad, pero el mecanismo es erróneo", en su opinión, para luego preguntarse "¿por qué pone mayor presión fiscal?" el Gobierno si dice que "la economía va muy bien".
La banquera, que en un anterior foro ya adelantó que Bankinter recurrirá el impuesto "al día siguiente de pagarlo", ha querido guardarse los argumentos que utilizarán en su batalla legal. "Nos los tenemos que guardar", ha confesado.
El Gobierno y la deuda pública
En otro orden de cosas, Dancausa ha criticado que "no parece que las medidas que está tomando el Gobierno vayan en la dirección" de reducir la deuda pública ("Que es excesiva"), el déficit, el paro ("Es intolerable que un país como España tenga un paro que es casi el doble del de nuestros países vecinos") o la baja productividad, que constituyen las "debilidades estructurales" del país.
"Cuando digo que soy optimista no me refiero a que soy optimista porque la deuda vaya a bajar, ni mucho menos. Soy optimista porque al final pienso que se deberán de tomar medidas que son las que se necesitan, medidas estructurales, liberalizadoras, que impulsen el crecimiento a largo plazo, que dinamicen el empleo… Quiero creer que nuestros gobernantes de alguna forma querrán en algún momento, no sé quién, no sé si serán estos gobernantes u otros, pero habrá que corregir estas debilidades que estamos viviendo. Estas debilidades no pueden ir a más", ha apuntado la directiva.