Nuevo choque de intereses entre Nadia Calviño y Yolanda Díaz después de que el ala morada del Gobierno haya cargado de nuevo contra la banca y reactivado su discurso 'antiempresa'. La vicepresidenta segunda ha propuesto una vez más congelar las hipotecas variables con el objetivo de frenar su encarecimiento por el Euríbor, algo a lo que se ha unido la ministra Ione Belarra, pero que cuenta con la oposición de Economía. El departamento que dirige Calviño no planea tomar nuevas medidas hasta valorar los efectos del plan de rescate a hipotecados que entró en vigor hace un mes.
En esta ocasión la diana de las críticas ha sido BBVA, que comunicó el miércoles al mercado sus resultados del ejercicio 2022, los cuales reflejan un beneficio récord, el mayor de su historia, de 6.420 millones de euros, un 38% más que un año antes.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en un mensaje publicado en Twitter, compartió una noticia sobre los resultados récord del banco y añadió que "la crisis no puede ser una excusa para ganar más", relanzando la propuesta de "congelar hipotecas" y "moderar beneficios" del sector bancario.
"Necesitamos una intervención pública de la economía que tope las hipotecas de tipo variable. Que los que más tienen paguen lo que les corresponde", apuntaba, por su parte, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Dos críticas a las que no ha tardado en sumarse una llegada desde el socio socialista del Ejecutivo. Reyes Maroto, ministra de Industria y futura candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid en las elecciones del próximo 28 de mayo, abrió la puerta del Gobierno a congelar las hipotecas variables, como lleva meses pidiendo Unidas Podemos.
Una propuesta que desde Economía rechazan. Nadia Calviño, vicepresidenta primera y titular de Asuntos Económicos, ya desdeñó hace un par de meses esta posibilidad al considerar que sería algo "injusto" para las familias con hipotecas fijas, al tiempo que dañaría "innecesariamente" la estabilidad financiera y los balances de los bancos.
Una postura que el departamento mantiene. Según informan a este periódico fuentes de Economía, por el momento están "haciendo un seguimiento continuo" del plan de medidas aprobado en noviembre para aliviar la carga financiera de los hipotecados "antes de tomar cualquier otra acción". Es por eso que, pese a que este tema haya vuelto a la palestra, no tiene visos de salir adelante.
Casi no se piden ayudas
De hecho, por el momento la banca, como adelantó EL ESPAÑOL-Invertia, prácticamente no está recibiendo peticiones para aplicar las medidas que el Gobierno puso en marcha.
Los banqueros, que estos días están celebrando presentaciones ante la prensa para dar a conocer sus resultados, confirman esta tendencia. Desde Bankinter señalaron hace unos días que el número de solicitudes es "irrelevante", mientras que en Sabadell apuntan que es "muy bajo".
Economía, en todo caso, va a seguir haciendo un seguimiento del impacto de estas medidas, que entraron en vigor el pasado 1 de enero. Llevan, por tanto, un mes en funcionamiento, de manera que no parece probable que en tan poco tiempo el Gobierno vaya a cambiar su estrategia.
Aunque todo podría pasar, pues también Pedro Sánchez ha elevado en los últimos días su discurso frente a las grandes empresas. El presidente del Gobierno criticaba el martes en el Senado que las compañías están coadyuvando a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores debido a que "pagan bonus millonarios a sus ejecutivos", pero "no suben ni un céntimo" a sus empleados.
[La compleja ecuación que supondría limitar los sueldos de la banca aun con el 'permiso' del BCE]
"No es de recibo que haya empresas que tengan grandes beneficios que se los quedan los de arriba y no lleguen a los de abajo", añadió. Aunque no mencionó ningún sector en concreto, lo cierto es que la banca ya ha sido objetivo de sus críticas por este motivo en el pasado.
Y precisamente estos días el tema de los sueldos de los banqueros ha vuelto a ser polémico debido al último informe de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), según el cual el número de banqueros en España que cobran más de 1 millón de euros al año aumenta un 73%.
Se refiera o no Sánchez a la banca, lo cierto es que esta crítica debería tener un matiz y es que el sector ya ha acometido subidas de sueldo superiores a las registradas en los convenios para que sus trabajadores puedan paliar la pérdida de poder adquisitivo por la elevada inflación.
Concretamente, los empleados de los bancos de la Asociación Española de Banca (AEB) han visto sus salarios crecer en 2023 un 4,5%, frente al 1,25% establecido en el convenio. Los de las entidades de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) han experimentado subidas del 5,25%, más que el 1% que estaba recogido en su marco laboral.
Defensa de los beneficios
Este discurso 'antiempresa', que el miércoles puso a BBVA en la diana, choca de frente con la reacción del presidente de la entidad. Carlos Torres defendió el miércoles el papel de las compañías en la sociedad, así como sus objetivos, que no están "reñidos" con los del resto de la población.
"Quizás teniendo resultados con una evolución tan buena se pueden malinterpretar", dijo, si bien en su opinión es necesario "diferenciar los millones de euros con las rentabilidades relativas".
En este sentido, ha apuntado que en España la rentabilidad de la entidad no alcanza aún el coste del capital y que el beneficio del banco en esta región no crece un 39%, como el del grupo, sino solamente un 8% y desde una base "muy baja".
"No hemos alcanzado este resultado en España desde 2010 y en el camino ha habido muchos años negativos, de miles de millones de euros negativos. También nosotros hemos tenido años de pérdidas en España", apuntó Torres durante la presentación de resultados.
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