El consumo privado vuelve a sorprender por su evolución al alza. Los datos de enero del gasto con tarjetas españolas confirman que se está comportando mejor de lo esperado, con un avance del 10%, superior al de meses anteriores y en un entorno complicado, en el que la incertidumbre sobre la evolución económica no deja de estar presente.
El consumo presencial aceleró en enero un 13%, es decir, también por encima de los registros de los seis meses anteriores, en los que la economía ha ido dando señales de frenazo, de acuerdo con los datos de uso de tarjetas que recopila CaixaBank Research.
No en vano, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que el Producto Interior Bruto (PIB) avanzó en el cuarto trimestre del año un 0,2%, en línea con el trimestre anterior, cuando solamente se incrementó un 0,1%. Una etapa durante la cual el consumo privado se ralentizó.
"El indicador apunta a que el consumo está resistiendo mejor de lo esperado teniendo en cuenta el complicado entorno macroeconómico en el que nos encontramos, marcado por la incertidumbre geopolítica, la elevada inflación y el aumento de los tipos de interés", explican desde el servicio de estudios respecto a esta evolución.
Y es que este avance del gasto se produce en un contexto en el que se están endureciendo las condiciones de financiación, lo cual tiene inevitablemente un efecto sobre la propensión al consumo de las familias.
De hecho, las previsiones de los propios bancos para este año apuntan a que el crédito para vivienda y consumo de los particulares sufrirá un parón, mientras que el de las empresas será el único que avanzará. Sin embargo, la evolución actual del consumo podría dar la vuelta a estas estimaciones.
Tomando solo como referencia las tarjetas españolas, el gasto aumentó un 10%, mientas que teniendo en cuenta tanto el gasto de estas como el de las extranjeras, el gasto avanzó un 13% en enero.
El crecimiento del consumo presencial viene impulsado especialmente por el turismo y el ocio, que son las dos partidas que mayor incremento experimentan en enero. Y es que ambos sectores están experimentando una recuperación de la actividad tras años impactados por la pandemia y sus consecuencias.
En lo que ha consumo presencial se refiere, el gasto con tarjeta en ocio y restauración se incrementó un 26%, algo menos que el mes anterior (27%), pero mucho más que en los previos, en los que el avance medio fue del 16%.
En cuanto al consumo en turismo, es decir, en alojamiento y agencias de viajes, entre otros, creció un 18%. No fue, por tanto, el que mayor avance registró, si bien esta cifra supone una fuerte aceleración frente al medio año anterior.
El pasado julio este gasto con tarjeta crecía un 8%, en agosto un 5%, en septiembre y octubre un 3%, en noviembre un 7% y en diciembre un 10%. Se aprecia, por tanto, un impulso que empezó hace un par de meses hasta deslumbrar con un 18% en enero.
Bienes de primera necesidad
El consumo en bienes de primera necesidad no decae, aunque hay que tener en cuenta que en esta partida se engloba el gasto en alimentación, que se ve en los últimos meses afectado por una elevada inflación, que cerró el pasado diciembre en el 15,7%.
El gasto en este sector, de acuerdo con los datos de CaixaBank Research, creció un 17%, en línea con el avance de los seis meses anteriores. Al tratarse de bienes de primera necesidad, su consumo no se ha visto afectado por la incertidumbre ni por el frenazo económico.
El consumo en retail y transporte se sitúa, un mes más, entre los que menos crecen. Si bien el gasto en turismo ha repuntado, no ha ocurrido así con estas dos partidas, donde el consumo privado avanza un 7% y un 1%, respectivamente.
El gasto en comercio electrónico también se mantuvo en su línea de los meses anteriores, con un crecimiento del 14%, alineado también con el impulso del consumo presencial.
Lo que se incrementa considerablemente es el gasto de las tarjetas extranjeras. Avanza un 48% en enero, muy por encima del dato de diciembre, noviembre y octubre, cuando rozaba el 30%, y en línea con el de septiembre (49%). En julio y agosto, temporada turística por excelencia, el crecimiento era más elevado.
"A pesar de ello, estimamos que el efecto de base generado por la ola ómicron de hace un año ha sido intenso, por lo que presumiblemente la tasa de crecimiento del gasto de extranjeros se moderará rápidamente en los próximos meses", apuntan desde CaixaBank Research.