María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, ha criticado a los despachos de abogados que tienen como su principal fuente de ingresos las batallas legales contra el sector y que tratan a los bancos como "forajidos" que buscan aprovecharse de los clientes.
Según ha explicado, estos trabajan con clientes a los que no les ha ido bien con ciertos productos que "se han demonizado", como las hipotecas multidivisa, que han sido fuente de una gran litigiosidad contra Bankinter.
"Eran un producto que a muchos clientes les fue muy bien", ha defendido Dancausa durante su intervención en el 18 Encuentro del Sector Bancario del IESE, añadiendo que la mayoría de los clientes de hipotecas multidivisa sigue siendo cliente del banco.
"Demonizar productos"
La banquera ha reconocido que estos productos se comercializaron a algunos clientes de perfiles no cualificados, si bien otros que las contrataron eran, por ejemplo, notarios, es decir, que tenían conocimientos suficientes para hacerse con este producto. "Vendimos a más de las que deberíamos", ha dicho.
Los bancos "hemos cometido errores, a lo mejor hemos vendido productos no tóxicos, sino que nos hemos podido equivocar en vender a perfiles que no eran adecuados o que en un momento eran correctos pero se han demonizado".
"Ahí hay un grado de aprovechamiento de productos que se podían entender complejos", pero que eran correctos para algunos clientes y a cuya demonización han ayudado la legislación y las demandas.
Este es, en su opinión, uno de los elementos que generan la mala reputación de la banca, junto con las opiniones negativas que se vierten sobre el sector en la sociedad, en los medios de comunicación y en el Gobierno.
Dancausa ha lamentado que en estos tiempos "la información contrastada y la desinformación comparten canales", lo que afecta a esa reputación, pues "si primara la opinión personal, la imagen de la banca sería muchísimo mejor".
"Cuando vamos al origen, es que no se hizo un análisis de las causas que crearon la crisis financiera. Fue un tema muy compejo en el que una parte de la banca tuvo un problema serio y se metió a todas las entidades en el mismo saco. No se ha querido distinguir entre cajas y bancos, [el objetivo] era buscar un culpable y nadie más idóneo que la banca", ha reflexionado, añadiendo después que con estas palabras no quiere "eximir a la banca de los errores que cometió".
"A día de hoy, doce años más tarde, los bancos seguimos pagando el pato del rescate a las cajas de ahorro. Las que tuvieron problemas han desaparecido, esas cajas con una esa gestión nefasta a cargo de políticos", ha señalado, para lamentar después: "Se nos metió en el mismo saco, los bancos no solo participamos, sino que contribuimos al rescate de las cajas, a la creación de Sareb, el famoso banco malo, a fondo perdido".