La disolución de las Cortes que el adelanto de las elecciones generales ha dado una alegría a la banca con el impedimento de que la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero entre en vigor al no poder terminar su tramitación. En ese sentido, desde la Asociación Española de Banca (AEB) reconocen que esta autoridad no les gustaba y que "no hacía falta" su puesta en marcha.
"No nos gustaba cómo estaba configurada", ha reconocido Alejandra Kindelán, presidenta de la patronal a la que están asociados Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter, entre otras entidades, durante su intervención en una conferencia organizada por el Consejo General de Economistas.
La banca ha rechazado durante meses la puesta en marcha de esta nueva autoridad, que iba a financiarse con aportaciones de las entidades. "Nuestra posición sobre este tema siempre ha sido clara: no hacía falta una autoridad para resolver estas cuestiones", ha dicho Kindelán.
La gestión de las reclamaciones de clientes financieros está, por el momento, en manos del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos.
Para Kindelán este sistema funciona. "Como mucho deberíamos mejorar lo que ya había", ha dicho. Y es que en su opinión la nueva autoridad "generaba unos incentivos a reclamar y, a la postre, más litigiosidad", ha dicho.