El banco suizo UBS ha completado la adquisición del que fuera su gran rival, Credit Suisse. La culminación de la transacción, anunciada este lunes en una carta abierta publicada en medios suizos e internacionales, pone fin a los 167 años de historia de Credit Suisse y da origen a un nuevo gigante bancario.
"Es el comienzo de un nuevo capítulo para UBS y para la industria financiera mundial", señalan el presidente de UBS, Colm Kelleher, y el consejero delegado del banco, Sergio Ermotti, en la carta abierta a la prensa en la que anuncian el cierre legal de la operación.
"Combinaremos las habilidades, la escala y el liderazgo en gestión patrimonial de UBS y Credit Suisse para crear una institución financiera integrada aún más fuerte (...) Sabemos que enfrentaremos desafíos. Pero también sabemos que se presentarán grandes oportunidades", añaden.
Según lo pactado, los accionistas de Credit Suisse han recibido una acción de UBS por cada 22,48 acciones en su poder. El acuerdo de rescate acordado el pasado 19 de marzo elevaba a más de 3.000 millones de francos suizos (3.090 millones de euros) el importe de la operación.
Tras el cierre de la fusión, las acciones de Credit Suisse dejarán su sitio en el selectivo Swiss Market Index (SMI) de la Bolsa de Zúrich a las del grupo suizo de logística y transporte Kuehne+Nagel, que empezarán a cotizar en el índice a partir del 13 de junio.
Por otro lado, UBS ha indicado que espera que su índice de capital básico CET1 sea de alrededor del 14% en el segundo trimestre de 2023 y que se mantenga en ese nivel durante todo 2023 y ha anticipado que confía en que las pérdidas operativas de Credit Suisse y los importantes cargos por reestructuración se compensarán con reducciones en los activos ponderados por riesgo (RWA).
"Me complace que hayamos cerrado con éxito esta transacción crucial en menos de tres meses, reuniendo a dos bancos de importancia sistémica mundial por primera vez", ha destacado Colm Kelleher, presidente de UBS. "Ahora somos una empresa global suiza y, juntos, somos más fuertes", ha resaltado.
[UBS ganó un 52% menos en el trimestre marcado por la compra de Credit Suisse]
"En lugar de competir, ahora nos uniremos mientras nos embarcamos en el próximo capítulo de nuestro viaje conjunto", ha agregado Sergio Ermotti.
En el marco de la fusión, UBS ha impuesto estrictas restricciones a los banqueros de Credit Suisse, incluida la prohibición de nuevos clientes de países de alto riesgo y respecto de productos financieros complejos, según informa Financial Times.
Líneas rojas
Las actividades prohibidas incluyen aceptar clientes de países como Libia, Rusia, Sudán y Venezuela y lanzar nuevos productos sin la aprobación de los gerentes de UBS.
En conjunto, la lista de restricciones cubre 11 riesgos financieros y 12 riesgos no financieros y, si bien muchos de los riesgos son operativos, en relación con cuestiones como la distribución de la investigación y el uso de las oficinas, otros afectan áreas del negocio de Credit Suisse de manera más directa.
"Nunca comprometeremos la sólida cultura, el enfoque de riesgo conservador o el servicio de calidad de UBS", afirman Colm Kelleher y Sergio Ermotti en su carta abierta.
El pasado viernes, el Gobierno de Suiza y UBS suscribieron un acuerdo por el que las arcas públicas cubrirán hasta 9.000 millones de francos suizos (9.256 millones de euros) en posibles pérdidas de una cartera de activos de Credit Suisse una vez completada la adquisición.
Garantía pública
En concreto, la garantía pública surtirá efecto "sólo si las pérdidas derivadas de la realización de estos activos superan los 5.000 millones de francos suizos (5.142 millones de euros)" y estará limitada a un máximo de 9.000 millones de francos.
De este modo, UBS soportará el impacto de los primeros 5.000 millones de francos suizos de posibles pérdidas realizadas en una cartera designada de activos secundarios de Credit Suisse, equivalente a aproximadamente el 3% de los activos combinados del banco fusionado y que incluye principalmente préstamos, derivados, activos heredados y productos estructurados de la unidad "non-core" de Credit Suisse.
La Comisión Europea aprobó el pasado 25 de mayo sin condiciones la fusión entre las entidades financieras suizas UBS y Credit Suisse, poco más de dos meses después del colapso de esta última, tras constatar que la operación no planteará problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo (EEE).