La lucha está servida. De un lado, Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha afirmado estos días que “es evidente que los bancos deben empezar a remunerar los depósitos de los ciudadanos”.

Una ‘exigencia’ que ha encontrado respuesta en los principales banqueros españoles. “Los que deciden los precios son los bancos”, ha defendido José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank. Por su parte, César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell, ha subrayado que “los depósitos llegarán, pero no porque lo diga la vicepresidenta, sino por competencia”.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, lleva sugiriendo a la banca desde comienzos de año que remunere los depósitos. Incluso, en su paso por España allá por marzo, en una entrevista en ‘Espejo Público’ (Antena 3), animó a los clientes a pedir a sus bancos que les paguen por estos instrumentos financieros de ahorro.

La francesa recordó a los ahorradores españoles que pueden cambiar de entidad si no lo consiguen. Todo un envite a la competencia del sector.

Ocho trimestres de decalaje

Si bien algunos de los máximos responsables del BCE dan por hecho que la guerra comercial por remunerar los depósitos en España -uno de los países más rezagados en la zona euro- empezará más pronto que tarde, aunque sin concretar fecha estimada, los modelos econométricos que utiliza el organismo monetario podrían dar al traste con esta esperanza.

Fuentes del BCE explican que, en base a anteriores ciclos de subidas de tipos, existe un decalaje de ocho trimestres -esto es, dos años- entre el punto de partida de la senda alcista de las tasas de interés y el momento en el que los grandes bancos del continente empiezan a remunerar los depósitos acorde al contexto actual de tipos.

[La cara y la cruz de la próxima subida de tipos que prepara el BCE: letras del Tesoro al 3,7% pero Euríbor al 4,75%]

Tomando como ciertos los datos históricos que maneja el BCE en sus modelos internos, esto significaría que los ahorradores españoles tan sólo están a la mitad de ese periodo. Por lo que, de cumplirse la estadística, hasta el verano de 2024 no tendrían por qué ver remunerados sus depósitos. Todo un jarro de agua fría para los inversores más conservadores.

El tipo de interés oficial en la eurozona comenzó a subir en julio de 2022, en lo que resultó la primera subida de tipos en once años y la mayor en 22 años. Pero en apenas doce meses, la referencia para los consumidores ha pasado del 0% al 4%. Quedarían, por tanto, otros cuatro trimestres de espera para tan ansiada ‘recompensa’.

Pugna de los pequeños bancos

La gran banca española -Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja- obtuvo un beneficio conjunto récord de casi 21.000 millones de euros en 2022, un 28% más y su mejor resultado en década y media, gracias a la subida de tipos y las menores provisiones. Pero eso no ha servido para que los clientes vean remunerados sus depósitos como solicitan.

Las fuentes del BCE consultadas por este periódico apuntan a estos 24 meses como el tiempo en el que la banca explota su ventaja en el margen de interés. Dicho de otra forma, los depósitos no serán remunerados hasta que se absorba el exceso de liquidez generado tras la gran crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de Covid-19.

Por ahora, únicamente las pequeñas entidades y los bancos de nicho pugnan por los depositantes. Alguno ya está pagando hasta un 3,75%, pero a partir de cantidades elevadas. Sin ir más lejos, MyInvestor ha lanzado esta semana un depósito al 2,75% TAE a tres meses, el más rentable a corto plazo y contratable desde 10.000 hasta 100.000 euros.