La objetividad de los números remarca el momento delicado que atraviesa actualmente la economía española, debido a la subida de los tipos de interés desde cero hasta el 4% que ha realizado el Banco Central Europeo (BCE). Y aunque desde los gobiernos se han puesto en marcha diferentes soluciones encaminadas a proteger a los ciudadanos, especialmente a aquellos que se hallan en una situación de mayor vulnerabilidad, las familias tienen que afrontar un período de incertidumbre.
Detrás de esta situación encontramos varios motivos, pero principalmente son la inflación o el alza de los tipos de interés. Son elementos íntimamente relacionados y que acaban repercutiendo en lo mismo: el presupuesto familiar. La subida de los tipos de interés, por ejemplo, tiene un impacto directo en el día a día. Según la Encuesta Financiera de las familias que publica el Banco de España, el 28% de las familias tienen una hipoteca y casi el 40% de las hipotecas están contratadas a tipo variable. En esos casos, la subida de los tipos de interés supone un alza en las cuotas hipotecarias, lo que lleva a que la hipoteca española esté ligeramente por debajo de la alemana. Y, de hecho, los españoles históricamente siempre han pagado menos por sus hipotecas comparado con el resto de europeos.
Este es un momento complicado de la economía española en el que la resiliencia de los bancos también se pone a prueba y es importante aclarar dudas en torno a su actividad.
¿Es cierto que los bancos ganan mucho cuando suben los tipos de interés?
Un banco canaliza el dinero que depositan los ahorradores en sus cuentas hacia el crédito que le demandan aquellos que quieren invertir en vivienda, en bienes o en el desarrollo de sus negocios. Pese a lo que se puede pensar, la diferencia entre lo que paga por los depósitos y lo que cobra por los préstamos no representa realmente el margen de la entidad. Hay muchos factores que lo reducen, como los colchones de capital que hay que tener por regulación, los costes de personal, el mantenimiento de los canales de distribución, la comercialización y diseño de productos que hay que adaptar continuamente a las necesidades de los clientes, las provisiones para hacer frente a impagos, etc. De hecho, los márgenes de la banca son mucho menores que los de la mayoría de los demás sectores.
Una subida de tipos no necesariamente implica que el margen de los bancos aumente, sino que depende también del impacto de esa subida de tipos sobre la capacidad de pago y la demanda de crédito de las familias y las empresas, el peso de los créditos a tipo fijo o a tipo variable, el plazo medio de los créditos y de los depósitos, el coste para el banco de remunerar los depósitos y el coste para los bancos de la deuda que ellos tengan que pedir en los mercados para captar financiación.
En un contexto de tipos negativos como el que hemos vivido en los últimos años es muy complicado que el negocio bancario sea rentable, pero una subida rápida como la actual es difícil de digerir por empresas y familias y, por tanto, influye mucho en la demanda de crédito y en la capacidad de todos para hacer frente a las deudas. También a los bancos les cuesta más financiarse y les impide recuperar la rentabilidad que han perdido durante tantos años operando en tipos ultra bajos o incluso negativos. El beneficio en España de las entidades continúa siendo un 23% inferior al que había antes de la crisis financiera.
¿Por qué suben tanto los tipos de interés?
Los tipos de interés los fijan los bancos centrales cuyo objetivo principal es combatir la inflación. Una inflación alta persistente es mucho más nociva para las empresas y las familias que un período de enfriamiento económico y por eso los bancos centrales han sido tan contundentes con la subida actual. Los bancos no solo no fijan los tipos de interés, sino que han reducido mucho sus márgenes para no trasladar toda la subida de tipos a los clientes. Prueba de ello es que lo que cobra un banco por una hipoteca en España es poco más que el tipo de interés del bono a diez años, mientras que en otros países europeos la diferencia es mucho mayor.
¿Por qué los bancos no están remunerando los depósitos?
La banca española tiene un exceso de liquidez frente al resto de entidades europeas, por lo que muchas entidades están dirigiendo a los clientes hacia alternativas más rentables, como fondos de inversión, deuda pública, etc. Los datos muestran que el volumen de los fondos de inversión y de deuda pública en manos de familias está en máximos históricos. También ha aumentado mucho la amortización anticipada de hipotecas.
¿Por qué hay entidades que pagan y otras que no?
Es verdad que en España hay entidades que están ofreciendo depósitos con rentabilidades incluso por encima del 5%. La competencia en España es muy grande y los clientes tienen plena libertad para mover sus ahorros entre entidades. Algunas entidades tienen estrategias muy activas en los depósitos, mientras que otras son más competitivas en préstamos u ofrecen otros productos alternativos de ahorro a sus clientes.
¿Por qué muchos bancos siguen sin pagar por los depósitos y sin embargo han encarecido los créditos?
Los bancos comerciales son transmisores de la política que deciden los bancos centrales. La razón por la que los bancos españoles remuneran ligeramente por debajo de los bancos en otros países es porque tienen una posición de liquidez más holgada y no necesitan captar depósitos para tener liquidez. Donde están compitiendo mucho es en ofrecer mejores rentabilidades en otros productos que pueden ser más rentables para sus clientes, como fondos de inversión, seguros, etc. Por otro lado, no se puede olvidar que lo contrario ha ocurrido durante varios años en que, con tipos negativos, en España no se cobró por los depósitos a los clientes minoristas, algo que sí se hizo en otros países de Europa.
Además, lo cierto es que tampoco están trasladando con tanta rapidez toda la subida de los tipos de interés al precio de los créditos. De hecho, según los datos del Banco de España, el precio del crédito en España está por debajo de la eurozona. En abril, los bancos españoles fueron los quintos más baratos de Europa en créditos a familias y los cuartos más baratos en créditos a empresas. Para empresas, por ejemplo, la media en España es del 3,9 % frente al 4,2% en la zona euro.
Los bancos españoles siempre se han caracterizado por ofrecer créditos a precios muy competitivos, lo que ha permitido, por ejemplo, el acceso al mercado hipotecario a muchos segmentos de la población.
¿Qué están haciendo los bancos para ayudar a los clientes más vulnerables a mitigar el impacto de la inflación y la subida de tipos?
En España, los bancos han puesto en marcha medidas para ayudar a los clientes que están en situación de vulnerabilidad a mitigar esta situación. Por ejemplo, los clientes que estén sujetos al Código de Buenas Prácticas para deudores hipotecarios vulnerables, que tengan unos ingresos inferiores a 25.200 euros y cuenten con una hipoteca, podrán ampliar el plazo para pagar el crédito hasta 40 años y establecer una carencia de hasta 5 años a Euribor-0,10%. Otra de las medidas, para los hogares con ingresos entre 25.200 y 29.400 euros y en los que la cuota mensual de la hipoteca represente al menos el 30% de los ingresos, consiste en la congelación de las cuotas hasta 12 meses y alargar el plazo de amortización 7 años.
Hay bancos que ganan mucho dinero, ¿no podrían destinar esos beneficios a remunerar los depósitos?
Como en todos los sectores, los beneficios tienen un destino específico. Prácticamente un tercio se destina a pagar impuestos, un tercio a retribuir a los accionistas, que son los dueños de la entidad y quienes arriesgan su dinero invirtiendo en ella, y el otro tercio se destina a acumular el capital necesario para poder seguir desarrollando su principal función, que es financiar a empresas y familias. Cuanto mejor estén los bancos, mejor pueden cumplir su función de dar crédito y sostener el crecimiento de la economía.
Hemos visto ejemplos de turbulencias en algunos bancos regionales en Estados Unidos y Suiza con Credit Suisse. ¿Puede pasar algo parecido en la banca española?
La banca española es muy solvente. Está muy diversificada y tiene un modelo de negocio sólido y sencillo, centrado en cubrir las necesidades financieras de empresas y familias. Los bancos americanos afectados tuvieron un crecimiento desorbitado con una actividad concentrada en muy pocos clientes, una gestión muy deficiente y una supervisión mucho más débil de la que hay en Europa. La banca española destaca en la gestión de los riesgos, es eficiente y rentable: tres variables clave para mantener la confianza de los clientes, algo que ha fallado en el caso de los bancos americanos. Sin confianza, el negocio bancario es insostenible.