Tras 20 meses dando malas noticias a los hipotecados, el Euríbor a 12 meses modifica su tendencia. Al menos por una vez. Salvo que los datos cambien radicalmente en la última semana del mes, el índice bajará en agosto, algo que no había hecho en ninguno de los diecinueve meses anteriores.
El jueves, esta referencia hipotecaria marcó el 4,048%, el segundo valor más bajo del mes (sólo superado por el 4,045% del pasado 4 de agosto), llevando la media mensual provisional de agosto hasta el 4,073%. Un nivel que es más bajo que el del cierre de julio: 4,149%.
Esto quiere decir que, salvo que se produzca una subida muy abrupta en la última semana del mes, el Euríbor va a cerrar agosto con una caída respecto a julio y esto es algo que no pasaba desde diciembre de 2021, cuando el índice se situó en -0,502%.
Un descenso que es fruto de la estabilización que el Euríbor a doce meses lleva semanas experimentando y que viene impulsada por las previsiones de que al Banco Central Europeo (BCE) le quedan pocas subidas de tipos. Hay que tener en cuenta, además, que este mes de agosto no ha habido reunión de tipos en la zona euro, de forma que el índice no se ha visto afectado por este catalizador, que suele provocar movimientos en el índice.
"El Euríbor se está estabilizando alrededor del 4% ante la perspectiva de que el BCE frene las subidas de tipos durante los próximos meses", apuntaba Joaquín Robles, analista de XTB, hace un par de semanas, cuando comenzaba a vislumbrarse este estancamiento.
Al ritmo del BCE
Las previsiones sobre este índice, como ha demostrado el último año y medio, valen de poco en un contexto de subida de los tipos de interés, de inflación y de incertidumbre. Los expertos se inclinan por pensar que las subidas continuarán, aunque dentro de esta estabilización en torno al 4%. El Euríbor, en todo caso, continuará moviéndose al calor de la política monetaria del BCE.
Por el momento, el instituto emisor ha elevado los tipos de interés en nueve ocasiones desde julio de 2022, hasta situar el pasado 27 de julio la facilidad de depósito -la remuneración a las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort, la referencia del mercado- en el 3,75%, su nivel más alto en 23 años.
El Consejo de Gobierno volverá a reunirse los próximos 13 y 14 de septiembre, pero aún no está claro qué decisión tomará. El mercado duda, aunque en AXA Investment Managers tienen claro que "es poco probable que el BCE obtenga suficientes pruebas de la rápida desaparición de las presiones inflacionistas subyacentes antes de su próxima reunión".
Por el momento, la inflación de la zona euro ha bajado considerablemente desde el máximo del 10,6% de noviembre de 2022 hasta el 5,3% de julio, en mínimos desde enero de 2022. Sin embargo, se sitúa aún lejos del objetivo del BCE, que es el entorno del 2%. En España, ya ha caído hasta el 2,3%.
"Lo que pase el próximo mes de septiembre dependerá en buena medida de la decisión que tome el BCE en la reunión prevista para el día 14: si sube de nuevo los tipos de interés, al Euríbor no le quedará más remedio que subir; pero si los congela, seguramente este indicador siga experimentando alguna bajada, aunque de momento muy leve", anticipa Simone Colombelli, director de Hipotecas del comparador y asesor hipotecario iAhorro.
Por su parte, Robles, de XTB, cree que "las próximas lecturas de inflación serán determinantes, ya que los bancos centrales temen un nuevo repunte de los precios o un sobrecalentamiento de la economía". En su opinión, "durante las próximas semanas" se podría empezar a ver "una estabilización [del Euríbor] sobre estos niveles e incluso por debajo del 4%".
[El Euríbor cierra julio en el 4,149% y los expertos prevén que sigan las subidas]
Claro que todo puede pasar cuando se habla del Euríbor. El valor máximo de esta etapa, desde que comenzó su vertiginoso viaje al alza hace veinte meses, lo tocó el pasado 7 de julio, en el 4,193%.
Lejos aún del máximo histórico de la serie mensual, que se sitúa en el 5,393% y que se alcanzó en julio de 2008, en la antesala de la caída de Lehman Brothers. El segundo valor más elevado de la serie histórica corresponde a agosto del año 2000, el 5,248%, en plena burbuja de las puntocom.
Las hipotecas, igual
La bajada de agosto, en todo caso, no traerá grandes cambios a los hipotecados. Aquellas familias con préstamos variables que tengan que revisar sus cuotas con la referencia de agosto, ya sea por renovación semestral o anual, experimentarán un encarecimiento, dado que los datos de hace seis y doce meses fueron más bajos.
En concreto, en febrero, hace seis meses, el dato se situaba en el 3,534%, mientras que en agosto del año pasado era del 1,249%. Así, quienes revisen su hipoteca semestralmente con la referencia de agosto experimentarán una subida inferior que quienes lo hagan anualmente, pero ambos colectivos sufrirán un encarecimiento.
De esta forma, la bajada de agosto no supone buenas noticias para los hipotecados, aunque, desde luego, tampoco malas, dado que abre la puerta a una estabilización o caída que a la larga sí puede ser beneficiosa. Habrá que esperar para ver si el descenso se mantiene otros meses y se puede hablar de un verdadero cambio de tendencia.