El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha advertido este lunes de que “quizá estamos ante un cierto espejismo de la mejora de la rentabilidad de los bancos”, en un contexto de subidas de tipos de interés. Sin embargo, la incertidumbre obliga a las entidades “a ser prudentes” en cuanto al pago del dividendo o las recompras de acciones.
Después de los eventos de la banca regional en Estados Unidos y Credit Suisse, la rentabilidad ha continuado creciendo gracias a una mejora del margen, por encima del 11%. Superamos un potencial efecto contagio y ello se deriva fundamentalmente de la situación de capital y liquidez de la banca europea, que actuó como escudo”, ha subrayado De Guindos durante el XIV Encuentro Financiero organizado por Expansión.
Pero para 2024, los analistas esperan una moderación de la rentabilidad, ha apuntado. “Va a haber un incremento de los costes de financiación a la remuneración de depósitos y una menor actividad crediticia”, ha destacado.
Los bancos también harán “más provisiones”. De hecho, ha apuntado que “en los estados previos de la cadena de definición de los créditos dudosos empieza a verse una acumulación de mora”. Por último, ha mencionado la decisión de los gobiernos de aprobar distintos impuestos para gravar la actividad del sector bancario.
“Esas dudas sobre la sostenibilidad se refleja en las valoraciones”, ha advertido el vicepresidente del también regulador bancario, porque “no han mejorado en paralelo a la mejora de la rentabilidad”. “El coste de capital, que refleja toda esta incertidumbre, ha subido”.
“La ausencia de una Unión Bancaria completa y de un Fondo de Garantía de Depósitos común es un riesgo”, ha afirmado. Además, se debe “prestar mucha más atención a la liquidez”, por lo rápido que en tiempos modernos se puede producir una corrida bancaria, es decir, se puede vaciar un banco de depósitos”.
La inflación en la eurozona ha pasado de más del 10% en el que estaba hace un año, a superar ligeramente el 4%. Y, aunque “la inflación va a continuar cayendo en los próximos meses”, tal y como ha previsto, todavía se mantiene por encima del objetivo de la institución europea: el 2%.
Política monetaria
La inflación subyacente -aquella que excluye del cálculo los alimentos frescos y la energía, por ser los elementos más volátiles- “también ha empezado a desacelerarse”. Sin embargo, De Guindos ha subrayado que “hay que ser prudentes, fundamentalmente por la evolución del precio del petróleo, la depreciación del euro y la evolución de los costes laborales”.
De Guindos también ha destacado “el débil crecimiento” esperado para la zona del euro en 2023. Incluso, los riesgos son que el bloque del euro crezca menos de lo previsto por el BCE. “El crecimiento en la segunda parte del año va a estar alrededor del 0%”, ha previsto también De Guindos.
El exministro de Economía de España ha hecho referencia a la última reunión del BCE, en la que los responsables de política monetaria elevaron los tipos de interés al 4,5%. “Los niveles actuales, si se mantienen en el tiempo, creemos que harán una contribución sustancia a la rebaja de la inflación al 2%”, ha apuntado De Guindos sin salirse del guion oficial. Siguen, ha asegurado, “dependiendo de los datos”.
También ha hecho hincapié en la importancia de la transmisión de la política monetaria, que se dividen en dos etapas. En la primera, en la que los bancos centrales suben los tipos de interés y los bancos comerciales recogen esas subidas “hemos visto un endurecimiento de las condiciones de financiación y una caída muy intensa de la demanda de crédito”.
En la segunda etapa, el endurecimiento de la política monetaria debe impactar en la actividad económica. “Y aquí la situación es de más incertidumbre”, ha alertado De Guindos.
“Existen dudas de cómo ha sido esta transición. Eso tiene una importancia notable porque si consideramos que esta transmisión no es completa debemos ser más pacientes y ver cómo se va produciendo este paso de las condiciones financieras a la actividad económica y, finalmente, a la inflación”, ha apuntado.
Tipos más altos más tiempo
En un contexto en el que “los mercados de capitales han empezado a descontar el escenario de tipos altos durante más tiempo”, lo que ha provocado “un repunte de la rentabilidad en los mercados de deuda”, De Guindos ha considerado que “existen tres elementos básicos a la hora de intentar analizar cuál va a ser la evolución de los mercados y la estabilidad financiera”.
En este escenario de tipos más altos por más tiempo, “las empresas se están enfrentado a un menor crecimiento y una menor demanda”. “El nivel de insolvencias en la eurozona es superior al del inicio de la Covid”, ha indicado.
En el caso de las familias, y pese al “buen comportamiento del mercado laboral”, las subidas de tipos y la inflación “van a complicar la capacidad de pagar su deuda”.
Respecto al impacto en los gobiernos, De Guindos ha subrayado que en los últimos cuatro años no ha habido reglas fiscales en la zona del euro, lo que ha provocado “un deterioro de la situación fiscal de los países”. El incremento del ratio de deuda pública sobre el PIB ha crecido cerca de 20 puntos desde 2019, ha apuntado.
“A pesar de que los gobiernos han alargado sus vencimientos, la subida de tipos se va a reflejar en un encarecimiento de la financiación”, mientras que sus ingresos se verán “afectados por la caída de la inflación y la actividad”.