Carlos Torres, presidente de BBVA, considera que es importante para la sociedad en su conjunto que las empresas sean rentables y ha defendido que los ingresos del banco se destinan a pagar sueldos y a proveedores, a dotar provisiones, a retribuir a los accionistas, a pagar impuestos y a revertirlo al negocio.

"Tenemos que dejar de ver mal que las empresas sean rentables, porque, lejos de ser algo malo, conduce a que la sociedad prospere", ha apuntado el primer ejecutivo de la entidad en una entrevista realizada por el equipo de BBVA.

En su opinión, "uno de los factores que más contribuye al desarrollo económico y social a largo plazo de las sociedades es la inversión privada, que genera crecimiento económico y progreso. Pero para que haya inversión privada hace falta financiarla", de forma que es esencial el papel de los bancos.

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Y es que Torres cree que para que los bancos puedan llevar a cabo esta tarea de financiación necesitan tener rentabilidad. "Cuanto más crece nuestra actividad, más impacto positivo tenemos en la sociedad", apunta.

Sin hacer mención específica al impuesto a la banca, que grava los ingresos por intereses y comisiones de las entidades más grandes, el presidente de BBVA ha explicado a qué destina el banco su facturación.

"La mitad de lo que ingresamos lo dedicamos a tres cosas: pagar el sueldo de las 120.000 personas que trabajamos en el banco, pagar a nuestros proveedores, que también es generar actividad económica, y hacer frente a las provisiones de crédito", ha dicho.

Mientras, "la otra mitad de los ingresos -el beneficio antes de impuestos-, se distribuye aproximadamente un tercio a pagar impuestos, otro tercio lo devolvemos a nuestros 800.000 accionistas, muchos de ellos familias y pequeños ahorradores, y el tercio restante lo reinvertimos en el negocio para seguir concediendo crédito".

Dividendo

Torres también ha señalado que el dividendo por acción que el banco pagará con cargo al ejercicio 2023 será "claramente superior al del año anterior", gracias a la mejora del beneficio, impulsada por la subida de los tipos de interés.

Por otra parte, ha apuntado que "2024 volverá a ser un gran año para el banco". "Vamos a incrementar nuestra contribución positiva al progreso, al desarrollo económico y social de los países donde tenemos presencia", ha dicho.

De cara a este ejercicio, prevé un retorno progresivo a un nivel de tipos de interés normalizado, pero sin llegar al de la última década, con tipos negativos. Aún así, adelanta que la actividad seguirá creciendo, aunque a un ritmo menor que en los últimos años.

En España estima un crecimiento económico del 1,5% y cercano al 3% en México, que se verá apoyado por el buen comportamiento del consumo, el comercio con Canadá y EEUU y su potencial de bancarización.

Sobre Turquía, resalta el "giro radical en las políticas económicas para corregir los desequilibrios, incluida la política monetaria", así como su potencial a largo plazo, algo que también destaca para América del Sur, región para la que anticipa una ralentización del crecimiento en 2024.