Los bancos ahorrarán grandes cantidades este año y el próximo por las menores aportaciones que tendrán que hacer al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y al Fondo Único de Resolución (FUR), pero ese beneficio se verá eclipsado por el pago del impuesto al sector, que se ha prorrogado y que, previsiblemente, se hará permanente.

"El Gobierno ha confirmado que el impuesto a la banca se mantendrá en su formato actual hasta 2025, lo que debería absorber el beneficio de los pagos al FGD y al FUR que van a desaparecer en los próximos dos años", apuntan los analistas de Barclays en un reciente informe.

Lejos de olvidarse del impuesto a la banca, el Gobierno ha decidido prorrogarlo para que también sea efectivo sobre las cuentas que los bancos registrarán en el ejercicio 2024.

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Hay que recordar que este gravamen se abona con unos meses de decalaje, en febrero y septiembre del año siguiente. Esto quiere decir que este 2024 se va a pagar el correspondiente a 2023 y, de igual manera, en 2025 se pagará el impuesto por los resultados del presente ejercicio.

En todo caso, la intención del Ejecutivo es hacer permanente este tributo. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, anunció tras el último Consejo de Ministros del año pasado el "compromiso" de revisar el impuesto -que afecta a la banca y a las energéticas- en 2024 para crear "una figura tributaria que pasará a contar con un carácter permanente".

Así que los bancos tienen que contar al menos durante algunos años más con este gasto, que no es pequeño. Esta figura tributaria grava con un 4,8% los ingresos que las entidades registran por intereses (margen de intereses) y comisiones.

Consecuentemente, el año pasado los seis mayores bancos del país pagaron unos 1.120 millones de euros por ello y este año desembolsarán unos 2.000 millones, cifra que se calcula tomando como referencia las cuentas hasta el tercer trimestre de este año, puesto que las anuales se conocerán a partir de este jueves.

Aportaciones

En estos dos ejercicios, los bancos van a experimentar un ahorro considerable debido a las menores aportaciones que deberán hacer al FGD -la hucha nacional destinada a proteger a los depositantes- y al FUR -el fondo europeo para financiar las pérdidas por los procesos de resolución bancaria-.

Hace una década, las autoridades de la Unión Europea, tras superar la mayor crisis financiera de su historia, pusieron en marcha una ingente regulación con el objetivo de preservar la estabilidad financiera, proteger los depósitos de las familias y evitar verse obligadas a destinar de nuevo recursos públicos para rescatar entidades. Fruto de este nuevo sistema nacieron tanto el FGD como el FUR.

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Es por eso por lo que los bancos españoles, al igual que sus homólogos en otros países comunitarios, llevan años dotando estos dos fondos con miles de millones de euros y ambos alcanzaron en 2023 el objetivo de recursos establecido en la legislación.

El objetivo era del 0,8% de los depósitos garantizados totales en el caso del FGD, mientras que la meta del FUR era llegar al 1% del importe de los correspondientes a los 21 países que conforman la Unión Bancaria.

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Una vez alcanzados estos mínimos, la banca seguirá aportando cada año a estos dos fondos, pero las cantidades serán muy inferiores a las que venían desembolsando en los ejercicios pasados.

Con todo, según Barclays este ahorro se va a ver compensado por el pago del impuesto. Tomando como referencia las cuentas del ejercicio 2023, sólo entre Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell aportaron al FUR unos 701 millones de euros.

Aún no se conocen las aportaciones individuales destinadas al FGD en 2023, dado que los pagos se realizan en el cuarto trimestre y las cuentas correspondientes a este periodo se van a dar a conocer en los próximos días.

En cuanto al impuesto, es difícil conocer cuál será su impacto en los resultados de 2024, habida cuenta de que no se publicarán hasta dentro de un año. No obstante, hay que tener en cuenta que este no va a ser un ejercicio tan bueno para la banca como 2023, por lo que el sector podría, únicamente, mantener su beneficio y no elevarlo.