Más clientes con productos cruzados, más digitalización y unas métricas financieras sólidas dentro de su perfil conservador. Ibercaja ha presentado en Zaragoza su nuevo plan estratégico para el periodo 2024-2026, que gira en torno a dos pilares: “cliente y resiliencia”. Una hoja de ruta donde no se contempla la salida a bolsa.
Al cierre del trienio, su nuevo plan ‘Ahora Ibercaja’ establece que el grupo bancario haya reforzado su solvencia, situando el coeficiente CET1 fully loaded entre el 13,5% y el 14%, desde el 12,7% actual; que la tasa de activos improductivos (NPAs) se mantenga por debajo del 3,5%, y que se siga obteniendo una rentabilidad (ROTE) superior al 10%, que “permita continuar cubriendo su coste de capital para un perfil de riesgo medio-bajo”.
La rentabilidad sobre fondos propios de Ibercaja hoy está en el 11,6%, en su mayoría derivada de la actividad bancaria ordinaria, y los NPAs están en el 2,8%.
Por otro lado, la parte de los beneficios que se reparten en concepto de dividendos (payout) estará en el 40%, ha aventurado la compañía. Para 2026, la estimación de beneficio neto es de unos 300 millones de euros, en línea con el logrado en 2023, que fue de 304 millones, si bien tendría lugar con unas condiciones macro distintas a las actuales, algo más deterioradas en 2025 y 2026.
Como ha avanzado su consejero delegado, Víctor Iglesias, el banco se ha fijado un objetivo de incremento acumulado de la base de clientes denominados como “comprometidos” del 10% entre 2024 y 2026.
Esto es, 50.000 nuevos clientes particulares, 6.000 clientes de negocios y 2.000 clientes procedentes de pymes y grandes empresas.
En este sentido, Ibercaja ha lanzado este mismo mes el programa ‘Suma’ con una propuesta integral conjunta para sus clientes de banca privada y empresas. Bajo su paraguas, un equipo de más de 220 gerentes expertos en empresas, así como 88 asesores en gestión de patrimonio personal, con el soporte y asistencia de los profesionales del área de gestión de activos y seguros, y de asesoría fiscal del banco, ya trabajan de manera coordinada.
Operaciones corporativas
El CEO de Ibercaja ha subrayado el potencial que tiene el grupo en el segmento intermedio entre banca personal y banca privada, lo que Iglesias ha bautizado como “premium”.
“Somos muy competitivos en los clientes de entre 1 y 5 millones de euros, pero hay que ofrecerles algo más que a los ahorradores de banca personal. Quizá capital riesgo”, ha bosquejado el ejecutivo.
Su gestora prometió lanzar fondos alternativos -entre ellos, capital riesgo- para 2023, aunque de forma voluntaria puso el proyecto en stand-by. Una iniciativa que ahora vuelve a coger fuerza.
Al mismo tiempo, Iglesias ha reconocido que el grupo evalúa posibles adquisiciones corporativas en “dos o tres verticales de negocio”, tales como “micropymes, con algún operador industrial especializado; pagos y financiación al consumo”. Aunque en estos momentos “no hay nada encima de la mesa”.
‘No’ a la salida a bolsa
El plan estratégico deja fuera un posible debut bursátil sobre el que se lleva muchos años debatiendo. La Fundación Ibercaja ha terminado de constituir en marzo el fondo de reserva que se le exigía, con unos 320 millones de euros, antes del plazo legal al que estaba obligado, en diciembre de 2025. Y ha sido fruto de los dividendos que el negocio ordinario del banco ha abonado.
“La salida a bolsa no es una obligación legal. Se convierte en una mera oportunidad”, ha zanjado Francisco Serrano, presidente de Ibercaja. “Ni está prevista, ni la tenemos en mente”. Con todo, “como cualquier empresa, nunca podemos descartarla del todo”, ha puntualizado Serrano.
110 millones de presupuesto para 2024
Este nuevo plan estratégico de la entidad de origen zaragozano está dotado con un presupuesto específico de 45 millones de euros para el año 2024 que, sumados a los recursos previstos en el presupuesto ordinario, se elevan hasta un total de 110 millones de inversión para este ejercicio, de los cuales más de la mitad se destinarán a la transformación tecnológica, operativa y comercial del banco.
En lo que se refiere a las capacidades tecnológicas, el grupo se propone desarrollar casos de uso de impacto en cliente y producto, de la mano de una red de socios como Microsoft. Más concretamente, y en cuanto a la implementación de la inteligencia artificial, montará un laboratorio de IA para llevar a cabo casos de uso de Copilot Microsoft 365 para transacciones y procesos “estandarizables”.