El 1% de los hogares más ricos aglutina casi el 20% de la riqueza total del país. En concreto, el 19,4%, una cifra que es la más baja que el Banco de España ha detectado desde 2011 y que implica una caída desde el último dato anterior, el de 2020, lo que refleja una disminución de la desigualdad en los últimos dos años.

La institución ha dado a conocer su última Encuesta Financiera de las Familias (EFF), que utiliza datos del año 2022. Según sus conclusiones, en ese año el 1% más rico tenía el 19,4% de la riqueza total, mientras que en 2020 esta cifra era del 22,9%.

Ángel Gavilándirector general de Economía y Estadística del Banco de España, achaca la caída de la desigualdad al hecho de que el proceso de desapalancamiento de los españoles ha sido "más intenso" en el caso de los hogares con menor riqueza. "Eso ha provocado la convergencia", explicó durante la presentación de la EFF.

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De acuerdo con estos datos, el 5% más rico tiene el 39,3% de la riqueza total (frente al 41,7% de 2020), mientras que el 10% con mayor riqueza tiene el 52,7% del total (en comparación con el 54,3% de dos años antes). Estos datos reflejan una disminución de la desigualdad en los últimos dos años, pero no si se contempla el largo plazo.

Según datos del Banco de España, hace veinte años el 1% más rico ostentaba el 13,8% del total y el 5% tenía el 30,3%, mientras que el 10% con mayor riqueza aglutinaba el 42,9% del total.

Aumento de la riqueza

La Encuesta refleja que en 2022, la riqueza neta mediana de las familias era de 142.700 euros y la media, de 309.000 euros. Por grupos de edad, la riqueza neta mediana alcanza el máximo para los hogares con cabeza de familia entre 65 y 74 años, esto es, un poco más tarde que la edad a la que se alcanza el máximo de renta.

La riqueza, tanto la media como la mediana, crece con el nivel educativo y es sustancialmente mayor en los hogares cuyo cabeza de familia es empleado por cuenta propia. Asimismo, la riqueza neta aumenta a medida que lo hace la renta.

Entre finales de 2020 y finales de 2022, la riqueza neta mediana de los hogares aumentó un 3,7%, mientras que la riqueza media creció sólo un 0,5%. Dos aumentos que, en todo caso, son inferiores a los mostrados en el período 2017-2020 (4,8% y 6,8%, respectivamente).

Los incrementos se han producido de forma desigual entre los grupos de edad. Así, la riqueza mediana aumentó sustancialmente en los hogares de los dos grupos con mayor renta (11,4% y 12,5%, respectivamente), en los hogares de mayor edad (19%) y en aquellos cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios (7,5%, consolidando la tendencia iniciada en 2017).

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Los hogares más 'pobres' (en términos de menor riqueza) vieron casi triplicarse su riqueza mediana desde 500 a 1.300 euros, si bien dicha riqueza se situó muy por debajo de los 8.000 euros observados en 2011.

En los hogares con mayor riqueza, se observa un aumento de la riqueza mediana de casi el 7%, aunque la media cayó un 2,5%. "Estos desarrollos suponen cierta reducción de la desigualdad de la riqueza en el período analizado", indican en el Banco de España.

Por otro lado, la riqueza neta mediana cayó de forma importante para los hogares en los dos grupos de menor renta (15,4% y 10,9%, respectivamente) para aquellos con cabeza de familia menor de 35 años (de 27.000 hasta 20.000 euros), para los hogares cuyo cabeza de familia era empleado por cuenta ajena (9,7%) aquellos cuyo cabeza de familia no tenía estudios universitarios.

Por situación laboral, se mantiene la tendencia decreciente que desde 2005 registra el valor mediano de la riqueza neta en aquellos hogares cuyo cabeza de familia era trabajador por cuenta propia (la cual ha pasado de 503.840 a 236.500 euros, lo que implica una reducción acumulada de casi el 50%).

Deuda

Por otra parte, a finales de 2022, un 57% de los hogares tenía algún tipo de deuda, principalmente debido a la adquisición de su vivienda habitual. Entre los hogares endeudados, el importe mediano pendiente era de 28.400 euros.

La probabilidad de tener deudas crece con el nivel de renta del hogar (el 41,9% en el grupo con menor renta y el 67,7% con el de mayor) y el número de miembros que trabajan (el 30,9% si no trabaja ninguno y el 80,5% si trabajan tres o más personas). Sin embargo, se mantiene constante con el nivel de riqueza.

Por edad, la probabilidad de estar endeudado aumenta hasta el grupo de edad de entre 35 y 44 años (76,5%) y cae después, hasta alcanzar el nivel inferior en los hogares cuyo cabeza de familia es mayor de 74 años (16%).

El volumen mediano de deuda presenta rasgos similares. Los mayores volúmenes de deuda pendiente se observan, en mediana, entre los hogares cuyo cabeza de familia tenía entre 35 y 44 años (56.100 euros), los del grupo superior de la distribución de la renta (80.100 euros) y los que tienen dos miembros trabajando (57.400 euros). De hecho, estas cantidades crecen con la renta, si bien lo hacen de forma menos apreciable con la riqueza neta.