Fachada del Banco de España.

Fachada del Banco de España. Roberto Ordúñez Madrid

Banca

La banca traslada al BdE que crear otro requerimiento de capital es precipitado porque el sector es muy solvente

El supervisor acaba de cerrar la consulta pública sobre la activación del primer tramo del colchón de capital anticíclico.

14 junio, 2024 02:46

Uno de los últimos servicios a la patria de Pablo Hernández de Cos, ya exgobernador del Banco de España, fue iniciar los trámites para activar el colchón de capital anticíclico (CCA). Este término aparentemente muy técnico no implica más que un nuevo requerimiento de capital para la banca, que se considera a sí misma ya muy solvente, como se lo ha hecho saber al supervisor bancario.

Hace casi un mes, el Banco de España anunciaba el lanzamiento de una consulta pública sobre la activación del primer tramo de este instrumento, que será de aplicación desde el 1 de octubre de 2025.

El supervisor quiere que el CCA, un instrumento que nunca se había activado en España, alcance el 1% de los activos ponderados por riesgo del negocio en España de los bancos. La dotación del mismo sería gradual, a razón de un 0,5% en 2025 y otro 0,5% en 2026.

Alegaciones de la banca

La consulta pública sobre el texto que pondrá en funcionamiento ese primer 0,5%  terminó el jueves y los bancos aprovecharon el último día para hacer llegar sus alegaciones al documento.

En concreto, a través de la Asociación Española de Banca (AEB) -a la que pertenecen entidades como Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter o ING-, han trasladado al Banco de España que consideran precipitada la imposición de este nuevo requerimiento, dado que el sector ya ha demostrado que tiene un buen nivel de solvencia, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.

Por medio de una carta remitida al buzón del supervisor bancario, también han pedido aclaraciones sobre ciertos aspectos técnicos, en concreto sobre la metodología de la activación del mismo, entre otros.

Parece difícil que el Banco de España vaya a decidir dar marcha atrás en la activación de este colchón de capital tras haberlo anunciado hace un mes pese a las quejas del sector, si bien ahora es momento de que analice todas las alegaciones recibidas para poder redactar un texto normativo comprensible y válido.

Ya el día que se anunció el inicio de los trámites, Gloria Ortizconsejera delegada de Bankinter, valoró en público que el apetito de los supervisores por pedir "más y más" capital "no va a evitar que un banco caiga". En su opinión, los niveles de capital que los bancos tienen en la actualidad "son más que suficientes". En esta línea han trasladado sus quejas los bancos al supervisor.

Lo cierto es que hasta ahora España estaba entre los pocos países europeos que no había puesto en marcha la herramienta, junto con Polonia y Grecia. Italia estaba en este grupo también, pero hace meses inició los trámites para ponerlo a funcionar.

Exigencias de unos 7.500 millones

El propio Hernández de Cos compartió hace un mes que, con las cifras de los resultados de la banca a cierre de 2023, este requerimiento supondría la dotación de capital por unos 7.500 millones de euros en los dos años para todo el sector. No obstante, como el balance de las entidades cambia cada año, la cifra final será a todas luces diferente.

Dado que el requerimiento se calcula sobre el negocio en España, notarán más el impacto las entidades que solamente tienen exposición en este país, mientras que será más liviano para aquellas que cuentan con mayor diversificación internacional.

En concreto, ese 1% que los bancos tendrán que dotar se traducirá en un impacto de unos 100 puntos básicos en el caso de Unicaja, de 84 puntos básicos para Bankinter, de 64 puntos básicos para Sabadell, de 76 puntos básicos para CaixaBank, de 32 puntos básicos para BBVA y de 24 puntos básicos para Santander, de acuerdo con un análisis de Jefferies, que sólo tiene en cuenta a los bancos cotizados.

Cifras que se explican porque Unicaja no tiene exposición internacional, pues todo su negocio se desarrolla en España. Bankinter, sin embargo, tiene presencia en Portugal, al igual que CaixaBank, mientras que Sabadell cuenta con una filial en Reino Unido, TSB. BBVA y Santander, por su parte, están presentes en diferentes mercados, como México, Brasil, Turquía o Estados Unidos.

Un colchón anticrisis

Este colchón anticrisis, que se creó hace casi una década, es, en esencia, un requerimiento de capital adicional a los que tienen habitualmente los bancos (los llamados macroprudenciales).

Está diseñado con dos objetivos: frenar el crecimiento del riesgo sistémico y reforzar la solvencia de las entidades, de forma que puedan absorber las pérdidas que generarían en el caso que se materializaran estos riesgos.

Este colchón anticíclico, por tanto, se sumará a los actuales requerimientos de capital de los bancos, que son del 8,27% para Unicaja, del 7,77% para Bankinter, del 8,93% para Sabadell, del 8,59% para CaixaBank, del 9,1% para BBVA y del 9,61% para Santander.

Estos requerimientos los establecen los supervisores con el objetivo de que los bancos puedan salir en su propio rescate en caso de crisis y dependen de muchos factores. Entre ellos, de la exposición al riesgo de cada banco según los sectores y los mercados en los que opere.