José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España.

José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España. EE

Banca

La banca se inclina por usar su exceso de capital para cumplir con el nuevo colchón 'anticrisis' del Banco de España

Las entidades tienen la opción de dotar capital nuevo para cumplir con el colchón anticíclico, pero en líneas generales prefieren utilizar el exceso que ya tienen.

Más información: El Banco de España fija el colchón de capital 'anticrisis' de la banca en el 0,5% para el cuarto trimestre

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Los bancos tienen que empezar a cumplir este año con el nuevo requerimiento de capital anticrisis que ha introducido el Banco de España. Se trata del llamado colchón de capital anticíclico (CCA), que implica un refuerzo de su solvencia del 0,5% este año y otro 0,5% el siguiente. Pero los grandes bancos, como ya tienen exceso de capital, se inclinan por no hacer nuevas dotaciones. Al contrario: prefieren mantener sus objetivos y tirar del capital que tienen acumulado para cumplir con este requisito.

En mayo del año pasado el Banco de España, en una de las últimas decisiones de calado de Pablo Hernández de Cos como gobernador, decidió activar el CCA, algo que hasta ahora nunca había ocurrido en España (sí en otros países).

Y meses después el requerimiento se ha puesto en marcha en dos fases con el objetivo de que entre este año y el siguiente los bancos construyan un colchón equivalente al 1% de los activos ponderados por riesgo de su negocio en España.

Un primer 0,5% se deberá dotar antes del 1 de octubre de este año, mientras que para el otro 0,5% el plazo se extiende hasta la misma fecha de 2026. El Banco de España ha activado los trámites para el primer tramo, mientras que la activación del segundo se decidirá (o no) a finales de este año.

Este colchón anticrisis es, en esencia, un requerimiento de capital adicional a los que tienen habitualmente los bancos (los llamados macroprudenciales). Está diseñado con dos objetivos: frenar el crecimiento del riesgo sistémico y reforzar la solvencia de las entidades, de forma que puedan absorber las pérdidas que generarían en caso de que se materializaran estos riesgos.

El leitmotiv de este colchón es aprovechar los buenos momentos para prepararse para los malos. Así, el CCA se activa en las fases alcistas de los ciclos de crédito a través de un aumento de los requerimientos de capital y se libera durante las bajistas para ayudar a mitigar el impacto negativo de una crisis sobre la concesión de crédito.

Ya en el momento en el que se anunció su activación, desde el Banco de España estimaban que esta nueva dotación de capital implicaría unos 7.500 millones de euros por parte de los bancos -basándose en los resultados de la banca a cierre de 2023-. Pero eso no quiere decir que se trate de capital nuevo.

Traspasar el exceso de capital

De hecho, las entidades tienen la opción de traspasar parte del capital que tienen en exceso a este nuevo colchón, de forma que pueden mantener sin alterar sus objetivos de solvencia y no les haría falta emitir nuevo capital.

Según confirman varias fuentes financieras a EL ESPAÑOL-Invertia, esta va a ser la opción mayoritaria entre los grandes bancos. Algunos, de hecho, han contado ya con este 1% a la hora de comunicar sus objetivos de capital.

La otra opción que tienen los bancos es dotar nuevo capital, ya sea ese 0,5% que exige el Banco de España o solamente una parte. Esta alternativa es la que va a tomar CaixaBank. El banco ha elevado sus objetivos de capital hasta el 12,25% para el año 2025 y el 12,5% en 2026, cuando antes fijaba este umbral en el 12%. Cualquier exceso sobre estas cifras será distribuido a sus accionistas.

Este cambio se ha llevado a cabo debido a la incorporación de este nuevo requerimiento de capital, como se explicó durante la presentación del plan estratégico, lo que en la práctica implica que el banco guardará para este fin un 0,25% este año y otro 0,25% el que viene, es decir, la mitad del requisito de cada año, que es 0,5%. La otra mitad se entiende que saldrá de su exceso de capital.

José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, junto a su predecesor en el cargo, Pablo Hernández de Cos, durante la toma de posesión del primero, el pasado septiembre.

José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, junto a su predecesor en el cargo, Pablo Hernández de Cos, durante la toma de posesión del primero, el pasado septiembre. Susana Vera Reuters Madrid

Lo cierto es que, desde el primer momento, la banca se ha mostrado en contra de la activación de este nuevo requerimiento. Las entidades consideran que ya son lo suficientemente solventes como para tener que guardar aún más capital por si se produce una crisis.

Y para muestra, un botón. Las cifras de solvencia de los bancos están, en líneas generales, muy por encima de los requerimientos que les ponen las autoridades. Es el caso de los que el Banco Central Europeo (BCE) comunicó a las entidades hace algunas semanas.

Por encima de las exigencias

Santander tiene para 2025 un requerimiento de capital CET1 del 9,67%, mientras que al cierre del tercer trimestre del año pasado -último dato disponible- esta métrica del banco se situaba en 12,5%. En cuanto al capital total, el BCE le pide un 13,93% y en la misma fecha tenía ya un 16,8%.

BBVA debe tener un CET1 del 9,13% -y en esa fecha tenía 12,84%- y un capital total de 13,29% -era del 17,09% en septiembre-. A CaixaBank, por su parte, se le exige un CET1 del 8,68% y un capital total del 12,94%. El banco supera ampliamente estas métricas, con un 12,2% y un 16,8%, respectivamente.

En cuanto a Sabadell, los requerimientos de CET1 y de capital total son del 8,95% y el 13,44%, cuando el banco ya tiene un 13,8% y un 18,84%, respectivamente. Y a Unicaja el BCE le pide un CET1 del 8,21% -que ya tiene en el 15,4%- y un capital total del 12,65% -ya es del 20,4%-.

Bankinter necesita que estos datos sean del 7,81% y el 11,88%. El banco, que ya ha dado a conocer sus cuentas del ejercicio 2024 completo, tiene un 12,41% y un 16,27%, respectivamente, así que también cumple ya con los requisitos.

Críticas de la banca

Gloria Ortiz, consejera delegada de Bankinter, ya dejó claro hace unos días que el banco no va a dotar capital nuevo para cumplir con este requerimiento. "Vamos a usar el exceso que tenemos", afirmó durante la presentación de resultados del pasado jueves.

La banquera se ha mostrado crítica en el pasado con la activación de este colchón. Según dijo hace unos meses, el apetito de los supervisores por pedir "más y más" capital "no va a evitar que un banco caiga" y los niveles de capital que los bancos tienen en la actualidad "son más que suficientes".

Gloria Ortiz, consejera delegada de Bankinter, durante la presentación de resultados del pasado jueves.

Gloria Ortiz, consejera delegada de Bankinter, durante la presentación de resultados del pasado jueves. Bankinter

Por su parte, Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), a la que están adheridos bancos como Santander, BBVA, Sabadell o el propio Bankinter, afirmaba hace unos meses que la "usabilidad" de estos colchones en tiempos de crisis "está por demostrar". Según comentó, en otros episodios de crisis anteriores, como en la Covid-19, los bancos no liberaron capital por el "estigma de mercado".

Desde el Banco de España ya sabían que esto podía pasar. En su momento, Margarita Delgado, al ejercer de gobernadora en funciones del Banco de España, explicó el pasado junio que "para el 99% de la banca española" este nuevo colchón "no tiene prácticamente un efecto más allá", dado que ya cuentan con amplios colchones de capital voluntarios.