
Carlos Torres, presidente de BBVA, durante la presentación de los resultados del ejercicio 2024 del banco. Europa Press Madrid
BBVA esquiva por el momento una mayor factura millonaria del impuesto a la banca por fusionarse con Sabadell
La penalización que incorporaba el tributo para las concentraciones bancarias decayó con el rechazo del Congreso al real decreto ómnibus.
Más información: BBVA reconoce que el impuesto a la banca "puede incidir en el calendario" de la integración de Sabadell y retrasarla
BBVA esquiva, al menos por el momento, la factura millonaria agravada a la que tendría que enfrentarse por el impuesto a la banca en el caso de que consiga fusionar Sabadell. El Gobierno introdujo en el impuesto una penalización mayor para el caso de que se produzcan concentraciones bancarias, pero al caer el real decreto ómnibus esta medida se quedó fuera de la legislación. Por el momento.
El famoso real decreto cajón de sastre incorporaba varios tecnicismos que completaban la regulación que rediseñó el impuesto extraordinario a la banca y que fue aprobada a finales de octubre.
Sin embargo, el Congreso rechazó el decreto ómnibus el pasado 22 de enero, tras lo cual troceó la normativa y consiguió, una semana después, sacar adelante algunas medidas, como la subida de las pensiones o las bonificaciones al transporte. Las iniciativas de carácter fiscal se quedaron fuera.

Efe Valencia
Entre ellas, la que tiene que ver con que las entidades que se vean inmersas en un proceso de concentración bancaria tributen más por este gravamen, una medida que parece creada ad hoc para el proceso de opa y posible integración que están protagonizando estos meses BBVA y Sabadell.
En concreto, se contemplaba un incremento del 15% en el importe de la cuota íntegra (la que resulta de aplicar el tipo del gravamen a la base imponible, es decir, la cantidad que tendría que pagar BBVA por el impuesto) para las entidades que adquieran otro banco, un establecimiento financiero de crédito o una sucursal de un banco extranjero.

Carlos Torres, presidente de BBVA, durante la presentación de los resultados del ejercicio 2024 de la entidad. Efe Madrid
Como explican fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL-Invertia, el objetivo de esta medida era evitar que quedara sin gravar toda la actividad de la entidad que desapareciera en una fusión.
Poniendo como ejemplo esta operación, si la fusión se realizara en el mes de marzo, BBVA tributaría por su actividad en solitario hasta ese mes y, a partir de entonces, por la del banco fusionado. Así, la actividad de Sabadell en enero, febrero y marzo quedaría sin afectar por el impuesto. Para evitar un escenario así, el Gobierno introdujo esta suerte de penalización.
Podría retomarse
Otra de las medidas que, por el momento, se ha quedado fuera es la que suaviza el impacto contable del impuesto para los bancos.
Concretamente, el real decreto declaraba que los bancos, por pagar este tributo extraordinario, pueden aplicar una reducción del 25% de la cuota líquida (la que queda tras restar a la cuota íntegra las deducciones) del Impuesto sobre Sociedades de ese año.
Fuentes de Hacienda explican a este periódico que el hecho de que no se hayan aprobado las medidas fiscales del decreto ómnibus en la normativa autorizada el pasado martes no implica que no se vayan a terminar aprobando.
Por el momento, el Gobierno logró sacar adelante hace unos días una parte del real decreto ómnibus con las medidas sociales y trabaja con los grupos parlamentarios para poder aprobar el resto.
El impuesto, clave en la fusión
Lo cierto es que cómo quede finalmente el impuesto es importante para BBVA. No en vano, si el importe del tributo termina siendo muy elevado por la penalización a las fusiones, reduciría el valor de la operación, como reconoció Carlos Torres, presidente del banco, el jueves pasado durante la presentación de resultados de 2024 de la entidad.
"Es algo que tendremos que analizar a su tiempo, tampoco es que la fusión ocurra el día 1, requiere una planificación importante y pasarían bastantes meses hasta que se llevara a cabo la fusión", explicó.

Efe Barcelona
"Y, efectivamente, el impuesto pudiera incidir en el calendario. Lo tendríamos que tener en cuenta para equilibrar la consecución del valor de las sinergias planificando cuándo hacer esa operación para tratar de minimizar el daño que nos pueda hacer el tener que pagar una cantidad adicional dada la escala progresiva del impuesto", reconoció.
Esta penalización implica un "efecto negativo" que el banco no ha cuantificado aún, según explicó el presidente de BBVA el pasado jueves.