(Actualiza la FC1066 con las previsiones de Oficemen)
Madrid, 11 jul (EFECOM).- La patronal de la construcción (CNC), del sector cementero (Oficemen), así como las asociaciones de fabricantes de áridos, de hormigón o de derivados han reclamado al próximo Gobierno un plan integral de obra pública y han cifrado en 10.000 millones la pérdida de capital en infraestructuras para 2016.
En una rueda de prensa conjunta, el presidente de la Asociación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano, ha subrayado que con un sector constructor que ha perdido 1.4 millones de empleos y 260.000 empresas, el Gobierno debería haber hecho un plan estratégico o de reconversión.
Sin embargo, ha agregado, "ha pasado olímpicamente" pese a que es clave para apuntalar el crecimiento económico y tiene un fuerte efecto de arrastre -superior al sector del automóvil- sobre el empleo y otras industrias.
Por ello, ha insistido en que el empleo en España no será sostenible si no se revitaliza el sector de la construcción y ha asegurado que "España construye fuera y destruye en el interior" en alusión a la campaña de Marca España "España Construye".
También ha lamentado que la licitación en obra civil haya caído un 30 % y la de edificación un 11.8 %, así como el hecho de que las carreteras españolas presenten un déficit de mantenimiento de 6.600 millones.
Así, ha reclamado una mayor inversión en eficiencia energética, infraestructuras de agua, carreteras, sector ferroviario, puertos, una legislación para atraer capitales a la financiación público-privada, así como verdaderos planes de rehabilitación de viviendas dado el estado ruinoso que presentan muchas de ellas.
Por su parte, el presidente de la patronal cementera Oficemen, Jaime Ruiz de Haro, ha asegurado que el consumo de cemento ha caído un 2.3 % en el primer semestre del año hasta valores de los años 60.
Ante la paralización de la obra pública, la patronal ha revisado a la baja sus previsiones para este año y si a finales de 2015 esperaba un crecimiento del 7 %, ahora cree que 2016 cerrará con una nueva caída, del 3 %.
Este "descalabro" en las previsiones, ha añadido, no será más abrupto gracias a la evolución positiva del consumo de cemento para vivienda y advierte de que es factible que se cierren nuevas plantas en los próximos meses o años.
Además, ha alertado de la pérdida de capital en infraestructuras, que superará los 10.000 millones este año por la paralización de la obra pública.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fabricantes de Áridos de Madrid (AFA), Manuel Casado, ha subrayado que el consumo se ha hundido un 80 % con la crisis hasta dejar a España con el menor consumo de áridos de toda la Unión Europea.
El presidente de la patronal del hormigón Anefhop, Carlos Sánchez, ha añadido que la producción ha caído un 70 % desde el año 2000 y un 83 % desde los máximos, que se ha pasado de 2.100 a 930 plantas y que el consumo va a seguir cayendo por la reducción de la licitación.
Desde la asociación de fabricantes de aditivos, Anfah, Francesc Busquets ha hablado del "tsunami" que vive el sector y de la percepción negativa que tienen de él los políticos, mientras que el director genera de los empresarios de productos de construcción, Cepco, Luis Rodulfo, ha pedido planes de rehabilitación de vivienda y una confederación sectorial al respecto.
Un diagnóstico en el que coincide también la asociación nacional de prefabricados de cemento Andece. Todas estas asociaciones agrupan a 300.000 trabajadores. EFECOM