OHL ha abierto una "exhaustiva investigación interna" para determinar si se cometieron malas prácticas por parte de empleados o extrabajadores de la constructora relacionadas con supuestos pagos de presuntas comisiones entre los años 2009 y 2014, según informaron en fuentes de la empresa.
La compañía ha contratado a la firma Baker & McKenzie como asesor independiente para realizar esta investigación 'forensic', esto es, relacionada con este tipo de actos irregulares. La investigación se extiende sobre la alrededor de media docena de empleados y directivos, estén o no ya en la compañía, que figuran investigados en el marco de la pieza separada número 8 del denominado 'caso Lezo', la que analiza presuntos actos ilícitos en contratos de obra pública entre los referidos años.
Según las mismas fuentes, el análisis pretende determinar si dichos empleados "cumplieron con los estrictos procedimientos de buen gobierno y 'compliance' de la empresa".
OHL abrió esta investigación, y contrató a dicha firma para acometerla, cuando hace algo más de un mes se levantó el secreto de sumario de esta pieza del caso y en el marco de su "máxima disposición de la empresa a colaborar con la justicia", según dichas fuentes, que recuerdan que la empresa no está personada en la causa.
El presidente de OHL, Juan Villar-Mir de Fuentes, fue quien anunció la apertura de esta investigación en su intervención inicial ante la junta general de accionistas de la compañía.
"Hemos abierto una investigación interna para comprobar el modelo de prevención de malas prácticas de la compañía, detectar posibles fallos y proponer mejoras", aseguró Villar-Mir. De su lado, el consejero delegado de la compañía, Juan Antonio Fernández Gallar, indicó que por el momento "no ha aparecido nada".
"TOLERANCIA CERO"
Villar-Mir enmarcó esta iniciativa en la política de la compañía de "tolerancia cero" ante la corrupción, de "cumplimiento de las mejores prácticas de buen gobierno, y de integridad, ética y transparencia", compromisos que confrontó con las informaciones aparecidas sobre dichos casos.
El presidente de OHL aseguró no eludir dichas informaciones, si bien considera que son "poco matizadas e inconcretas" y ante ellas insitió en contraponer el "alto grado de compromiso" del grupo con el buen gobierno desde sus orígenes y "especialmente desde hace 17 años".
En este punto, detalló los distintos instrumentos articulados en ese tiempo dentro de la empresa, como son el Código de Buena Conducta, el Código Ético y la política anticorrupción, esta última aprobada en 2015. "Todos estos instrumentos confirman el alto grado de compromiso que el grupo tiene y va a tener con las mejores prácticas de buen gobierno", aseveró Villar-Mir.
En la misma línea, ratificó su compromiso de "máxima colaboración con la Justicia" y destacó que "ningún directivo o empleado del grupo ha sido condenado por algún caso de corrupción".