ACS ha cerrado este jueves a la cola del Ibex 35 con un desplome del 5,3% a consecuencia del impacto negativo de 400 millones de euros que sufrirá en sus cuentas consolidadas. Este recorte llega a consecuencia de la decisión de su filial australiana Cimic de no continuar prestando apoyo financiero a su participada en Oriente Medio BICC.
De este modo, Cimic provisionará la totalidad de los riesgos contraídos con la empresa, lo que tendrá un efecto negativo de 400 millones de euros en las cuentas de ACS, ha informado este jueves el grupo que preside Florentino Pérez a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
No obstante, ACS ha destacado que este impacto "será compensado" por la mejora en los resultados operativos y por las plusvalías obtenidas en 2019, por lo que el beneficio anual del grupo superará los 950 millones de euros, "en línea con lo previsto". Sin embargo, ese mensaje no tranquiliza a los inversores, ya que la constructora española ha cerrado este jueves en bolsa a 31,9 euros por acción, mínimos desde marzo de 2018.
ACS ha precisado que la provisión de Cimic por la retirada de su apoyo financiero a BICC no tendrá efecto alguno en la cifra de ventas de 2019, ni en el resultado bruto de explotación (Ebitda) ni en el resultado neto de explotación (Ebit).
Asimismo, ACS ha destacado que mantendrá la retribución al accionista del 65% del beneficio neto (pay-out) y que mantiene buenas perspectivas para el año en curso.