La constructora participada por los hermanos mexicanos Amodio cifra este impacto en 25 millones de euros en términos de beneficio bruto de explotación (Ebitda), fundamentalmente por efecto de los costes directos e indirectos derivados de la caída de la actividad.
En caso de descontar los efectos del Covid-19, OHL asegura que su Ebitda habría superado los 45 millones de euros, superando así los registros de un año antes.
No obstante, el Ebitda del grupo se contrajo un 11,5% entre enero y junio de este año, hasta situarse en 20,1 millones de euros, al descender ligeramente su margen hasta el 1,5%.
La compañía logró mantener con apenas una leve caída del 0,8% sus ingresos, que al cierre de junio sumaron 1.350,3 millones de euros.
OHL, que generó el 76,7% de estas ventas en el exterior, indicó que la caída de actividad derivada de la pandemia en España y Latinoamérica se compensó con el "buen comportamiento" de la actividad de construcción en Estados Unidos.
De esta forma, asegura que su actividad se mantiene en "niveles similares" a los de un año antes, toda vez que la actividad de servicios, al ser considerada esencial, no se vio afectada "significativamente". La crisis interrumpió de forma puntual la tendencia de reducción de pérdidas y mejora de Ebitda que la constructora venía registrando en los últimos trimestres.
El grupo confía en que "la reactivación que se está experimentando a comienzos de este segundo semestre de 2020, revierta la ralentización de las licitaciones de la primera mitad de año en los mercados afectados por la pandemia".
En el plano financiero, OHL cerró junio con un endeudamiento neto de 151,8 millones de euros, de los que 103,5 millones constituyen deuda con recurso.
La compañía, que cuenta con un colchón de liquidez de 570 millones de euros, está pendiente de lograr el visto bueno de sus bonistas para disponer del crédito de 140 millones con aval del ICO logrado hace unos meses.