Los visados de obra nueva cerraron 2020 con 87.687 viviendas, lo que representa una caída del 17,32% con respecto al ejercicio anterior, según los datos publicados este viernes por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).
En cuanto a la superficie residencial, los visados también registraron un retroceso. En este caso, del 21,8%, pasando de 19.773.472 metros cuadrados en 2019 a 15.470.647 metros cuadrado en 2020.
El volumen de la superficie de obra nueva visada de carácter residencial y no residencial se contrajo un 22%, con 5.879.601 m2 menos, puesto que la no residencial bajó un 22,5%, con 1.576.776 m2 menos que en 2019.
Y es que, según destaca el CSCAE,"sin ser uno de los sectores más golpeados por la crisis sanitaria, social y económica provocada por el Covid-19, la construcción no ha sido ajena a sus efectos".
Estos datos reflejan, según los arquitectos, "la gravedad de una situación que debe obligar a reaccionar con rapidez para evitar una crisis en el sector que solo agravaría la que ya sufre el país". De ahí la necesidad de "activar cuanto antes las medidas necesarias para lograr la recuperación del sector y poner en marcha desgravaciones fiscales que actúen como puente mientras llegan los fondos de recuperación Next Generation de la UE con el fin de contener una nueva crisis en la construcción, que agravaría aún más la situación crítica que vive España como consecuencia de la pandemia".
Rehabilitación, a la baja
Si bien las pequeñas reformas en el hogar repuntaron en diciembre, según datos del sector, las estadísticas de los colegios de arquitectos constatan que la gran rehabilitación también se ha visto afectada por los efectos del Covid-19.
Aunque la caída fue inferior a la registrada en obra nueva, el porcentaje de viviendas visadas con rehabilitaciones de fachada, estructura o cambios de usos retrocedió un 8,5% respecto a 2019, lo que demuestra, como viene advirtiendo el CSCAE, que no tiene capacidad suficiente para actuar como contrapeso en el sector cuando se produce una crisis económica, si no hay una estrategia para impulsarla.
La caída más severa se registró en el tercer trimestre del año (-23,39%), con 1.732 viviendas con rehabilitación visadas menos que en el mismo periodo de 2019. Pese a la ligera recuperación de septiembre (7,58%), el cuarto trimestre de 2020 registró una caída del 10,91%, cuatro puntos más que en el segundo trimestre, en pleno estado de alarma (-6,92%).
La caída en el número de viviendas rehabilitadas que se visaron se tradujo en un descenso del 10,7% de la superficie residencial visada, que pasó de 2.949.969 m2 en 2019 a 2.635.041, en 2020, es decir, 314.928 m2 menos.
La caída fue más aguda en superficie rehabilitada no residencial. 2020 cerró con 3.238.735 m2 visados, lo que significa que, respecto al año 2019, se dejaron de visar 1.294.073 m2 (-28,5%).
El presidente del CSCAE, Lluís Comerón, alerta de las consecuencias que tiene el retroceso de la gran rehabilitación. "Es la única que va a permitirnos adaptar el parque de viviendas a las necesidades presentes y futuras de la ciudadanía y al reto climático", afirma en la nota remitida a los medios.
Por desgracia, ahonda, "estos datos nos alejan aún más del bienestar social de los países de nuestro entorno y de los objetivos marcados por la Comisión Europea".