El Consejo de Administración de Abengoa ha decidido este lunes acogerse al concurso de acreedores horas después de que la banca acreedora anulara el proceso de reestructuración de su deuda.
Estamos ante el segundo mayor concurso de España, con una deuda cercana a los 6.000 millones de euros (al cierre de 2019 se situaba en 5.989,7 millones), sólo por detrás del de Martinsa Fadesa, que sumó más de 7.100 millones de euros. La compañía emplea a 14.000 trabajadores, 2.500 en España.
"Se ha tomado la decisión de solicitar la declaración de concurso voluntario de Abengoa, S.A. Al concurrir los supuestos de hecho previstos en la legislación concursal y considerando que esta medida es la más adecuada para salvaguardar los intereses de la Sociedad y de todos los acreedores. La solicitud ha sido presentada en el día de hoy en el juzgado competente de Sevilla", ha indicado la compañía.
"El Consejo de Administración, siendo consciente de la compleja situación y de las, cada vez, mayores dificultades para alcanzar una solución que satisfaga a todos los grupos de interés con posiciones, hasta ahora, enfrentadas, sigue comprometido en buscar alternativas para evitar la inviabilidad de las sociedades filiales que desarrollan la actividad del grupo y, con ello, preservar el empleo y tratar de minimizar la pérdida de valor, objetivo para el cual se solicita a todos aquellos que tienen intereses en la Sociedad y su grupo la máxima colaboración para tratar de evitar perjuicios definitivos", han indicado.
Pese a ello, los miembros del actual consejo han seguido en sus puestos, a la espera de que la Justicia nombre un administrador concursal para que ordene los pagos, reestructure la compañía y realice venta de activos si es necesario.
La decisión se ha tomado para evitar la quiebra de la empresa que afrontará serios problemas de liquidez tras confirmarse que el rescate negociado desde agosto no podrá llevarse a cabo.
La compañía ha anunciado este lunes que no ha podido conseguir los 20 millones de euros que en su día prometió la Junta de Andalucía ni una nueva prórroga para seguir intentando conseguirlos, la clave para cerrar la refinanciación acordada por la compañía con sus acreedores.
Esto ha generado que la banca acreedora anulara el proceso de reestructuración de su deuda y empujara a la compañía a una situación crítica, con un nuevo concurso de acreedores y la quiebra sobre la mesa.
Clemente Fernández
Esta decisión se ha tomado una semana antes de la Junta de Accionistas en la que los 'rebeldes' o minoritarios de Abengoa tenían los votos necesarios para cambiar el Consejo de Administración y asumir la gestión de la compañía.
Este grupo de accionistas liderado por Clemente Fernández ha indicado a este diario que seguirán adelante con su proyecto, aunque reconocen que no lo tendrán fácil en el nuevo contexto.
La declaración del concurso de acreedores no bloquea el nombramiento de un nuevo Consejo de Administración, pero el futuro CEO deberá someterse a las decisiones del administrador concursal, al menos durante el tiempo que dure el proceso.
Otro de los problemas que generará para un nuevo equipo gestor es el acceso a financiación de la compañía. Una empresa en concurso no puede optar a créditos ICO, pero si puede hacerlo al fondo de rescate de la SEPI y a otro tipo de financiación.
En cualquier caso, el plan de rescate y refinanciación que se paralizó este lunes tenía un importante componente de créditos ICO, una ayuda que pensaban retomar los minoritarios una vez que hubiesen asumido la gestión de la compañía.
"La sociedad informa que los acreedores financieros no han otorgado los consentimientos solicitados por la Sociedad para extender de nuevo el plazo para el cierre y ejecución del acuerdo de reestructuración (el “Acuerdo de Reestructuración”)", explicó la compañía con sede en Andalucía esta mañana.
Negociaciones
"Desde la referida fecha y hasta el 19 de febrero pasado se ha ido extendido el plazo de cierre de la operación al haberse obtenido en cada posible vencimiento los consentimientos necesarios al efecto, habiendo trabajado la Sociedad, en todo momento y en paralelo, en la búsqueda de posibles alternativas ante la no aportación de 20 millones de euros por la Junta de Andalucía".
"Sin embargo, no habiéndose obtenido un nuevo consentimiento para la extensión del plazo, el Acuerdo de Reestructuración ha quedado automáticamente resuelto de modo que la operación de financiación en su día anunciada no puede ser ya ejecutada".
El pasado 6 de agosto de 2020 la compañía anunció un preacuerdo que suponía el tercer rescate de Abengoa desde que entró en preconcurso en 2015. Los acreedores y las Administraciones públicas se comprometieron a inyectar más de 500 millones entre avales y liquidez. La Junta de Andalucía comprometió 20 millones, pero finalmente no inyectó capital.
Junta de Accionistas
Durante las últimas semanas, el Grupo ha estado negociando a varias bandas para obtener estos 20 millones, imprescindibles para cerrar el rescate. Incluso tras negociar con cinco fondos, Abengoa logró el compromiso de uno de ellos para inyectar 35 millones de euros.
No obstante, el ICO estaría bloqueando el rescate porque prefiere esperar a firmar el salvamento hasta que se celebre la junta promovida por varios minoritarios, programada para el 4 de marzo. En esta tesitura, Abengoa no logró un nuevo plazo para seguir aplazando la aprobación del rescate ya pactado con la banca acreedora.
Los minoritarios que se han opuesto al rescate quieren expulsar del consejo al actual presidente de Abengoa, Juan Pablo López-Bravo, y a la otra consejera Margarida Smith con el objetivo de poner sobre la mesa otro plan de salvamento. Un plan que se vería entorpecido por la declaración del concurso de acreedores.