Sacyr ha registrado un beneficio neto de 36 millones de euros en el pasado ejercicio, frente a los 298 millones de resultado negativo del año anterior debido a las provisiones contabilizadas en la participada Repsol, gracias a que sus actividades concesionales tienen bajo riesgo a la demanda.
De hecho, el 78% del Ebitda generado a lo largo de los doce meses de 2020 procedió de los activos concesionales, área que ha obtenido una cifra de negocios de 1.381 millones de euros (+23%). "La mayoría de los activos están libres del riesgo de demanda y su remuneración se basa fundamentalmente en criterios de disponibilidad", ha destacado la compañía en la nota de prensa.
De la cifra de negocios, 675 millones de euros han correspondido a ingresos concesionales, que han aumentado el 8%, mientras que los ingresos de construcción han subido el 42% y alcanzan los 706 millones. Sacyr invirtió 225 millones de euros, alcanzando un capital de 1.161 millones de euros invertidos en concesiones de infraestructuras y agua.
En el año de la pandemia, Sacyr ha aumentado un 6,5% su Ebitda, hasta 724 millones de euros, según ha informado este viernes la compañía. De la misma manera, la cifra de negocios ha crecido el 9,1%, hasta los 4.548 millones de euros, y la rentabilidad (margen sobre Ebitda) se ha situado en el 15,9%, ligeramente por debajo (-0,4 p.p.) de la obtenida en 2019.
La deuda neta del grupo se ha situado a cierre de 2020 en 5.212 millones, frente a los 4.315 millones de 2019. Este aumento se debe a la actividad inversora de la compañía en nuevos proyectos concesionales.
Plan estratégico 2021-2025
La compañía presidida por Manuel Manrique ha aprovechado para comunicar este viernes las líneas maestras de su Programa Estratégico 2021-2025, con el que refuerza su foco en los negocios concesionales e impulsa la sostenibilidad como herramientas clave para crecer durante los próximos cinco años.
La multinacional, ha explicado, prioriza el modelo de negocio concesional que interviene en toda la cadena de valor de las infraestructuras: desde la licitación, diseño y financiación, hasta la construcción, operación y mantenimiento de los activos. Dos potentes divisiones de Construcción y Servicios contribuyen a esta estrategia.
El Programa Estratégico 2021-2025 prevé incrementar la cifra de ingresos hasta
superar los 5.500 millones de euros anuales en 2025. El Ebitda crecerá en este periodo hasta el entorno de los 1.200 millones de euros y el beneficio neto ascenderá a cerca de 200 millones al final del programa.
Durante este periodo, la compañía invertirá en torno a 5.000 millones de euros, de los que 1.000 millones serán capital propio. Cerca del 90% corresponderá a inversiones en proyectos concesionales y el resto al área de servicios.
Respecto de los mercados prioritarios para este nuevo ciclo estratégico, la multinacional potenciará su presencia en aquellos que ahora tienen la calificación de home markets: España e Italia, en Europa; Colombia y Chile, en América Latina y los mercados anglosajones (EEUU, Canadá, Australia y Reino Unido). Además, la compañía ha definido otros mercados de interés, entre los que se encuentran Perú, México, Portugal, Brasil y los países nórdicos