El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado provisionalmente el anteproyecto de adecuación, reforma y conservación de la A-1 entre Madrid y El Molar, lo que supone la construcción de un cuarto carril en los primeros 20 kilómetros desde su salida de la capital.
Las obras, que también incluyen extender un tercer carril hasta el kilómetro 43, construir vías de servicio laterales de dos carriles en todo el tramo, remodelar los enlaces y mejorar las curvas para asegurar una velocidad mínima de 100 kilómetros por hora, tienen un presupuesto de 266,7 millones de euros.
La autovía ya cuenta con tres carriles hasta el kilómetro 28,9, por lo que las actuaciones permitirán incrementar hasta cuatro carriles el tramo que va desde el enlace con la M-40 hasta el kilómetro 20 y mantener tres carriles hasta el kilómetro 43, a la altura de El Molar, todavía en la Comunidad de Madrid.
Completa renovación
El Ministerio que dirige José Luis Ábalos defiende que esta vía "constituye uno de los principales corredores de comunicación entre el norte y sur de la península" y que es "fundamental" para conectar municipios como Alcobendas y San Sebastián de los Reyes con la capital, donde alcanza intensidades medias de hasta 244.000 vehículos al día.
Su objetivo es contar con una autovía en "óptimas condiciones de nivel de servicio y seguridad" en el tramo entre Madrid y El Molar, de manera que se minimice la congestión y se alcance un estándar de calidad viaria "análogo al de las autovías más modernas".
El anteproyecto también prevé adecuar los peraltes, rehabilitar el firme y las estructuras, reponer el alumbrado con tecnología LED e instalar nueva iluminación hasta el kilómetro 36, instalar pantallas fonoabsorbentes para proteger contra el ruido, compensar la superficie forestal destruida y realizar una vigilancia arqueológica en caso de aparición de yacimientos.
La autovía A-1 es el resultado del desdoblamiento de la antigua carretera N-I o de la construcción de tramos de nuevo trazado, principalmente en variantes de poblaciones. La N-I comenzó a desdoblarse en los años 70, inicialmente en el tramo entre Madrid y San Agustín de Guadalix. En los años 80 se desdobló el tramo entre San Agustín y Burgos, finalizando la construcción de la autovía con la conclusión del túnel de Somosierra.