El Ayuntamiento de Valencia va a licitar el contrato de recogida de residuos y limpieza del espacio público de la ciudad que entrará en vigor en 2022 y que tendrá una duración de 15 años. Una actuación que el consistorio ha tasado en 1.325 millones de euros.
Hasta ahora, el servicio estaba repartido entre tres empresas: FCC, Fovasa (Grupo Gimeno) y SAV (Sociedad de Agricultores de la Vega). Las tres han confirmado que van a volver a presentarse. Un triunvirato al que se van a sumar nuevos actores.
Porque OHL está “interesada” y va a estudiar las condiciones del nuevo contrato. Por lo que respecta a Sacyr, apuntan a que “es un contrato en el que tenemos mucho interés y que estudiaremos cuando se publique el pliego de condiciones”.
Mayor presupuesto
El nuevo contrato, de 1.325 millones de euros, es un 17% superior al anterior. Dicho de otra manera, el gasto que se destinará a este servicio dará un salto de 19 euros por habitante y año: desde los 93 euros actuales, hasta los 112 euros.
De esta manera, se pasará de los 75 millones de euros anuales, a una cantidad que variará entre los 80 y los 90 millones de euros. Así, el primer año será de 80 millones, para pasar a 85 millones, en 2023, y a partir de 2024, será de 90 millones.
Los 80 millones para 2022 se reparten de la siguiente manera: 42 millones a limpieza viaria y 38 millones a la recogida de residuos. De los 85 millones para 2023, 44,6 se destinarán a limpieza urbana y 40,4 a recogida de residuos. De 2024 a 2026, 47,3 millones serán para limpieza y 42,7 a residuos. En total, 90 millones. A partir de ese año, y hasta 2036, el reparto será de 46,3 millones para limpieza y 42,7 millones a recogida de residuos.
Varios son los pilares que definen al nuevo plan de limpieza y recogida de residuos del Ayuntamiento de Valencia. Uno de ellos es la mejora del servicio. En el último informe de quejas y reclamaciones vecinales presentado por el consistorio, la falta de limpieza en las calles ocupa un lugar destacado (más de 160 peticiones).
Otras exigencias
Los servicios prestados en la vía pública (123 demandas de mejora), la jardinería (99), o la reparación de las aceras y las calzadas (93) también son exigencias de los ciudadanos. A ello hay que añadir la ausencia de poda y la necesidad de más policías locales en determinados barrios.
El segundo bastión del nuevo plan será implementar la recogida de basura orgánica para el 30% de los beneficios que no la tienen (algo que se llevará a cabo este mismo años). Y el tercer baluarte consistirá en aplicar políticas de reducción en la producción de residuos y de concienciación. Ahí jugará un papel destacado la educación ambiental que, aunque ya estaba recogida en el actual plan, el ayuntamiento tiene previsto desarrollar todavía más.