Las dos caras de los Amodio en OHL: triunfan en EEUU pero pinchan en México
Luis Amodio sopla velas como presidente de OHL. Un cumpleaños amargo al no conseguir concesiones en México.
15 junio, 2021 01:37Noticias relacionadas
OHL celebraba su Junta General de Accionistas hace un año. Al concluir la misma, se reunía el Consejo de Administración. Sobre la mesa, la renuncia de Juan Villar Mir de Fuentes como presidente no ejecutivo. Fue aceptada. Y acordó, por unanimidad, designar como su relevo a Luis Fernando Martín Amodio que, junto a su hermano Julio Mauricio, se habían hecho con el 16% del capital social de la compañía. Villar Mir pasaba a ser vicepresidente primero no ejecutivo.
Transcurrido un año, el mismo se puede definir como complicado para los hermanos Amodio. Porque, a los severos problemas económicos que arrastraba OHL desde 2017, se unió la pandemia. El desarrollo de sus obras, por tanto, se resintió. Una nueva etapa en la que la hoja de ruta pretendida por la compañía tenía dos pilares: la apuesta por el negocio concesional y el regreso a la pugna por proyectos en México.
Como suele decirse, nadie es profeta en su tierra. Y, en este primer año, OHL no ha conseguido meter la cabeza en los proyectos en los que estuvo interesado en tierras aztecas. Por un lado, la carretera federal MEX-307. Por otro, la adjudicación del último tramo que quedaba por licitar del Tren Maya: el 5.
Tercer intento
El proyecto de la carretera MEX-307, entre las ciudades de Tulum y Cancún, abarcaba 135 kilómetros. Incluía la modernización, rehabilitación, operación, conservación y mantenimiento durante 18 años. La inversión prevista era de unos 435 millones de euros.
Por lo que respecta al tramo 5 del Tren Maya, iba de la mano de la empresa de los Amodio en México (Caabsa) y Comsa. Se trataba de 121 kilómetros de doble vía, también de Tulum a Cancún. Finalmente acabó en manos de Sedena y del consorcio formado por Grupo México y Acciona.
Era la tercera vez en la que los hermanos Amodio intentaban participar en el Tren Maya, la gran obra de México, con un total de 1.525 kilómetros y 16 estaciones repartidas en diferentes estados. Y a la tercera tampoco fue la vencida.
Son cuatro las décadas las que lleva OHL en México, un mercado que fue clave para su despegue en sus momentos de mayor esplendor. Los escándalos por presuntos sobornos y fraudes contables, en la época de Juan Miguel Villar Mir, fue el principio de su caída en el país. Aunque OHL desmontó las acusaciones. Durante el mes de septiembre de 2020, concluyeron los trabajos en la línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, en los que participó. También interviene en el ferrocarril Toluca-Ciudad de México.
La otra cara de la moneda
Los traspiés mexicanos contrastan con Estados Unidos. OHL acaba de adjudicarse en Estados Unidos un nuevo contrato por valor de 92,5 millones de euros. Se trata de la reconstrucción y ampliación de una autopista en Chicago. Un suma y sigue que hizo que, a finales de 2020, superase su récord de contratación: 1.354,7 millones de euros. Entre los contratos más importantes, South Corridor, Viaducto Throgs Neck, la autopista I-294 Grand Wolf y metro Nueva York.
Esos 1.354,7 millones de euros supusieron casi la mitad de la cifra de contratación cosechada en todo el mundo: 2.760,8 millones. Además, con 1.850 millones, Estados Unidos ya representa el 37,3% de la cartera total, situada en 4.962 millones. Latinoamérica (México, Chile, Perú y Colombia), son el 14,9% de la cifra de negocio.
Tal es la importancia del mercado estadounidense, que seis de las siete principales obras en cuanto a valor se refiere, están allí situadas. California, Nueva York, Connecticut, Massachussets, Texas, Illinois y Florida son su campo de acción.
Son quince años los que OHL lleva presente en Estados Unidos a través de sus filiales OHL USA, Community Asphalt, OHL Building y Judlau Contracting. Los planes del presidente Joe Biden para mejorar las infraestructuras del país (1,9 billones de dólares) son un acicate para seguir ampliando su presencia en suelo estadounidense.